Para muchos peruanos, el mayor deseo al despedir el año no es solo salud o dinero, sino viajar más. Conocer nuevos destinos, volver a ver a seres queridos que viven lejos o cumplir ese viaje postergado se ha convertido en una meta recurrente cada 31 de diciembre. Por eso, las cábalas de Año Nuevo relacionadas con los viajes ganan protagonismo en casas, reuniones familiares y celebraciones de fin de año.
Desde salir con una maleta a la calle hasta sostener un pasaje simbólico, estas tradiciones combinan ilusión, simbolismo y la esperanza de que el 2026 esté lleno de rutas, aeropuertos y nuevas experiencias.
Viajar como deseo colectivo de Año Nuevo
En Perú, el interés por viajar ha crecido sostenidamente en los últimos años, impulsado por el turismo interno, los viajes regionales y la posibilidad de trabajar o estudiar a distancia. Esto ha reforzado las cábalas vinculadas al movimiento, al cambio y a los nuevos destinos.
Aunque no existe evidencia científica que confirme su efectividad, estas prácticas siguen vigentes porque representan una forma simbólica de proyectar deseos y abrirse a nuevas oportunidades.
1. Salir con una maleta a la medianoche
La cábala más conocida para atraer viajes es salir con una maleta a la calle justo a las 12 de la noche. Algunas personas dan una vuelta a la manzana, otras solo cruzan la puerta de casa. La creencia indica que mientras más lejos se llegue, más viajes habrá durante el año.
En zonas urbanas como Lima, esta escena se repite cada Año Nuevo, con vecinos compartiendo risas y maletas en plena calle.
2. Usar una maleta vacía o con ropa simbólica
No es necesario que la maleta esté llena. Muchos peruanos colocan dentro:
- Ropa de verano o invierno, según el destino deseado
- Una prenda usada en un viaje feliz
- Un mapa o guía turística
Esto refuerza la intención del viaje que se quiere atraer en el 2026.
3. Tener un boleto de avión o pasaje en la mano
Otra cábala muy popular es sostener un boleto de avión, impreso o digital, al momento del brindis. Algunas personas incluso usan pasajes antiguos o reservas simbólicas como representación de futuros viajes.
La idea es clara: empezar el año “con destino en mano”.
4. Vestirse de colores asociados al movimiento
Además del clásico amarillo, muchos peruanos eligen ropa azul o verde para Año Nuevo cuando el objetivo es viajar. El azul se asocia a la tranquilidad y los caminos abiertos, mientras que el verde simboliza crecimiento y nuevas experiencias.
5. Brindar pensando en un destino específico
Durante el brindis, algunas personas visualizan un lugar concreto: una ciudad, una playa o un país. Según la creencia popular, ponerle nombre y rostro al deseo lo vuelve más cercano y posible.
6. Comer uvas dedicadas exclusivamente a los viajes
El ritual de las 12 uvas también se adapta. Muchos separan una o dos uvas para pedir exclusivamente por viajes, turismo y movimiento. Cada uva se acompaña de un deseo claro: viajar solo, en familia o al extranjero.
7. Colocar mapas o globos terráqueos en casa
Antes de Año Nuevo, algunas personas colocan mapas, fotos de destinos o un globo terráqueo en un lugar visible del hogar. Esta cábala busca mantener presente el deseo de viajar durante todo el año.
8. Limpiar la casa y dejar puertas abiertas
La limpieza previa al 31 de diciembre es clave en muchas tradiciones. Para quienes desean viajar, se recomienda abrir puertas y ventanas durante la noche de Año Nuevo, como símbolo de caminos abiertos y salidas sin obstáculos.
9. Escribir una lista de destinos para el 2026
Una cábala más moderna consiste en escribir una lista de lugares que se desean visitar durante el año y guardarla en la billetera, agenda o pasaporte. Algunos revisan esa lista al final del año para ver qué destinos se cumplieron.
10. Usar accesorios de viaje como amuletos
Llaveros de aviones, pulseras compradas en viajes pasados, etiquetas de equipaje o incluso el pasaporte se convierten en amuletos simbólicos que acompañan el inicio del año.
¿Por qué estas cábalas siguen vigentes?
Especialistas en bienestar emocional explican que estas prácticas funcionan como actos de intención. No garantizan viajes, pero ayudan a:
- Visualizar objetivos
- Priorizar experiencias sobre lo material
- Motivar el ahorro y la planificación
En un contexto donde viajar implica organización y presupuesto, las cábalas pueden ser el primer paso simbólico hacia una meta concreta.
Tradición, deseo y planificación
En Perú, las cábalas de Año Nuevo no reemplazan la planificación, pero sí reflejan una necesidad profunda: moverse, descubrir y romper la rutina. Ya sea con una maleta, un pasaje o un simple deseo, el acto de imaginar viajes abre la puerta a un año más activo y lleno de experiencias.
Así, mientras el reloj marca la medianoche, miles de peruanos salen a la calle con su maleta no solo esperando recorrer el mundo, sino también empezar el 2026 con la ilusión intacta de ir más lejos.