El sismo de magnitud 6.1 que remeció Lima y el Callao la mañana del domingo 15 de junio generó una serie de impactos tanto en estructuras urbanas como en las principales vías nacionales. El evento, registrado a las 11:35 a. m. con epicentro en la provincia constitucional del Callao, se percibió con alta intensidad en diferentes distritos de la ciudad.
Como consecuencia del fuerte movimiento, la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (SUTRAN) informó que cuatro tramos de carreteras nacionales se encuentran interrumpidos por la caída de piedras.
¿Qué carreteras son las afectadas?
La SUTRAN, a través de su Centro de Gestión y Monitoreo (CGM), precisó que las zonas afectadas son:
- Carretera Longitudinal de la Costa Norte (Serpentín de Pasamayo), km 18, distrito de Aucallama, provincia de Huaral.
- Carretera Longitudinal de la Sierra Sur (carretera Trapiche - Canta - Huayllay - Vicco, km 48, distrito de Santa Rosa de Quives, provincia de Canta.
- Carretera Longitudinal de la Costa Norte, km 69, distrito de Aucallama, provincia de Huaral.
- Carretera Central, km 68, distrito de Surco, provincia de Huarochirí.
En ese sentido, se recomienda a todas las personas que deban transitar por las carreteras afectadas mantener especial precaución y acatar las señales de los equipos de emergencia. Es fundamental reducir la velocidad en zonas con desprendimientos, respetar los cierres temporales y estar atentos a posibles nuevas caídas de piedras u obstáculos en la vía.
Además, se sugiere consultar en tiempo real el estado de las rutas mediante los canales oficiales de la SUTRAN antes de iniciar cualquier desplazamiento, con el objetivo de evitar accidentes y garantizar la seguridad tanto de conductores como de pasajeros. Ello, puede realizarse a través de la plataforma en línea disponible en https://gis.sutran.gob.pe/alerta_sutran/.
¿Qué otros daños se registraron en la capital?
Entre los daños urbanos más destacados, el centro comercial Plaza Norte fue una de las infraestructuras más perjudicadas. Parte de su techo colapsó y varios productos cayeron de los anaqueles durante el sismo, obligando a una inmediata evacuación de clientes y trabajadores.
La vibración también provocó desprendimientos en los acantilados de la Costa Verde, un punto crítico para la conectividad de la capital. Grandes bloques de piedra se precipitaron sobre la pista, dañando la malla de protección y bloqueando parcialmente algunos carriles del circuito de playas.
El daño no se limitó a estas áreas. En el distrito de Comas, el colapso de una escalera dañó la fachada de una vivienda y cayó sobre un vehículo estacionado, aunque no se reportaron heridos. Al mismo tiempo, en los Barrios Altos, algunas casas antiguas construidas con adobe y quincha presentaron nuevas rajaduras, acentuando el temor entre los vecinos por la posibilidad de réplicas. En Miraflores, la Huaca Pucllana sufrió un pequeño desprendimiento de tierra en una de sus secciones.
El sismo afectó, además, parte de la infraestructura del Metropolitano. Se observó la caída de paneles en una estación, lo que activó protocolos de revisión y aseguramiento para garantizar la continuidad del servicio. Paralelamente, feligreses que asistían a la tradicional misa dominical en la Catedral de Lima vivieron el temblor en pleno Centro Histórico, aunque sin consecuencias estructurales graves.
Lima se encuentra ubicada dentro del denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una extensa franja geográfica que rodea todo el océano Pacífico y que se caracteriza por una intensa actividad sísmica y volcánica. Esta zona abarca países como Perú, Chile, Ecuador, Japón, Indonesia y Estados Unidos, y es responsable de aproximadamente el 85% de la actividad sísmica mundial. La ubicación de la capital sobre esta franja expone a la ciudad y sus habitantes a frecuentes sismos de diversa magnitud, debido al choque constante de placas tectónicas bajo la superficie terrestre.
Ante este contexto geológico, se recomienda a la población estar siempre preparada. Mantener una mochila de emergencia con artículos básicos, definir rutas de evacuación seguras en hogares y centros de trabajo, revisar periódicamente el estado de las construcciones y atender siempre las recomendaciones de Defensa Civil y del Instituto Geofísico del Perú son medidas clave.