El lunes 20 de enero se registró un atentado contra el Ministerio Público de Trujillo, en la región de La Libertad. En horas de la madrugada, un artefacto explosivo detonó, generando temor entre los vecinos y transeúntes de la zona. Uno de los afectados fue el taxista Luis Alberto Rodríguez Inga.
Rodríguez Inga esperaba el cambio de luz en un semáforo, sin imaginar que sería víctima de un atentado criminal. Minutos antes, había dejado a un cliente en un conocido restaurante y se dirigía a realizar otro servicio.
Fue entonces cuando logró observar su vehículo, que había quedado completamente destruido. A pesar de la magnitud del ataque, no comprende cómo logró salvarse. “Salí del vehículo, vi el polvo y todo estaba destruido. Las lunas, los vidrios y otros objetos estaban en el suelo”, agregó, recordando el horror del momento.
Pide apoyo para su hijo
Luis Alberto Rodríguez Inga es el único sustento de su hogar. Su esposa no puede trabajar, ya que se encarga del cuidado de su hijo menor, quien fue diagnosticado con leucemia y requiere tratamiento continuo. Debido a esto, la familia debe viajar frecuentemente a Lima para que el niño continúe su tratamiento.
Sin embargo, ahora el taxista se ve imposibilitado de trabajar, ya que su vehículo, su herramienta de trabajo, quedó destruido. Además, el vehículo era alquilado, lo que agrava aún más su situación. A pesar de ser una víctima más de la creciente inseguridad ciudadana, ahora se enfrenta a diversas deudas que debe afrontar.
Por ello, Rodríguez Inga solicita apoyo económico al Estado, empresas privadas o a cualquier ciudadano que pueda ayudarle. Para quienes deseen contactarlo o brindarle algún tipo de ayuda, pueden comunicarse a través de los siguientes números de teléfono: 924 751 277 o 979 527 682, los cuales están a nombre de su esposa.
El taxista fue dado de alta y regresó a su vivienda con algunas molestias. Por su parte, la Defensoría de Pueblo acudió a su casa para constatar su estado de salud y la atención médica que recibe ante el atentado.
Por otro lado, el alcalde Mario Reyna también acudió al recinto y dispuso ayuda social de parte del municipio. Además, se conoció que un vigilante de la Fiscalía de la Nación también resultó herido.
¿Quiénes están detrás de este ataque?
Este artefacto explosivo colocado tenía como objetivo intimidar a la fiscal encargada de un caso clave contra la organización criminal ‘Los Compadres’, según informó el ministro del Interior, Juan José Santiváñez. El ataque, que buscaba amedrentar a la fiscal Jennifer Ludeña, ha sido atribuido por el presunto líder de la banda, identificado como Jimmy Larry Bazán Valderrama, alias ‘Pequeño’.
Tras el atentado se llevó a cabo un allanamiento en la celda de Bazán Valderrama, quien se encuentra recluido en el penal de Cajamarca. Durante esta operación, las autoridades incautaron dispositivos electrónicos, entre ellos un teléfono celular que será sometido a peritajes para determinar su relación con los mensajes amenazantes enviados previamente.