El expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), quien enfrenta un juicio por los presuntos sobornos recibidos de la empresa Odebrecht para adjudicarle un tramo de la carretera Interoceánica Sur, interrumpió este lunes el alegato del fiscal anticorrupción José Domingo Pérez en la penúltima audiencia del proceso.
El magistrado del equipo encargado del caso Lava Jato reiteró las acusaciones sobre el esquema de corrupción vinculado al proyecto vial y ratificó que Toledo fue el beneficiario final de coimas atribuidas a la constructora brasileña, las cuales fueron canalizadas a través del fallecido empresario Josef Maiman, según la tesis fiscal.
En ese momento, el exmandatario rompió su silencio y apuntó hacia el fiscal: “¿A quién solicité yo?”. La interrupción provocó una reacción inmediata del tribunal, que advirtió con expulsarlo. “Señor Alejandro Toledo, mientras el Ministerio Público habla, usted escucha. Su abogado va a tener oportunidad de responder. Por favor, mantenga la compostura, de lo contrario vamos a vernos en la obligación de sacarlo y eso no sería bueno”, dijo la jueza Inés Rojas.
Inmediatamente, la jueza Zaida Pérez insistió: “Señor Toledo, mire para acá. Está en una audiencia pública, por favor”, mientras el exgobernante se tranquilizaba. Más adelante, el fiscal afirmó que está probado cómo se modificaron las bases y se establecieron las condiciones para que el proyecto de la Interoceánica Sur fuera adjudicado a Odebrecht, lo que, según dijo, representó una infracción al deber como jefe de Estado de cumplir y hacer cumplir la ley.
Días atrás, Domingo Pérez estimó que la sentencia del primer caso se daría en dos semanas. Además, mencionó que se trataría del soborno más grande que la firma brasileña pagó en Perú. El caso también tiene entre sus procesados a Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), además de haber comprendido a Alan García (2006-2011), quien se quitó la vida en abril de 2019.
La trama también alcanzó a políticos como la lideresa Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien se encuentra en juicio por lavado de activos a raíz de la presunta financiación irregular de sus campañas electorales de 2011 y 2016.
En otra cita judicial, el exmandatario se desvaneció e imploró ser llevado a un hospital, con la magistrada permitiéndole retirarse para recibir atención. “Me siento absolutamente mal, quiero que me lleven a un hospital, a cualquiera, o a una clínica”, dijo. En una sesión diferente, se quejó ante el tribunal por no permitirle participar plenamente y solicitó nuevamente ser trasladado para recibir atención médica adecuada.