La criminalidad organizada en el Perú: el 2023 fue su año de expansión, ¿quiénes son y dónde operan?

El crimen organizado ha proliferado este 2023 de manera avasallante y, lastimosamente, no se puede decir que en un solo sector del Perú, reflexionan los expertos. Las encuestas más recientes revelan que la delincuencia y la violencia se han convertido en el principal dolor de cabeza de los peruanos, por encima de la corrupción, el desempleo y la alta inflación. La sensación en las calles parece ser la misma: las bandas delictivas nacionales y extranjeras ganan cada vez más terreno, pese a los esfuerzos de las autoridades.

A nivel nacional, ha existido un notorio crecimiento de las mafias que tienen como principal fuente de ingresos delitos como la extorsión, la explotación sexual, la trata de personas, el narcotráfico y los secuestros. En esa expansión delictiva, más allá de algunos golpes certeros de la Policía contra el hampa, aparecen nombres como el Tren de Aragua, Los Pulpos, Los Tiguerones, el Comando Vermelho y otras bandas igualmente sanguinarias.

Para especialistas en seguridad ciudadana, a los que consultó Infobae Perú, no se han visto medidas concretas de parte del Ejecutivo para frenar esta ola avasallante de la criminalidad organizada. Coinciden en que el anunciado ‘Plan Boluarte’ ha sido un completo ‘fracaso’ y que ‘nunca existió'. El resultado, aseguran, fue que las bandas delincuenciales han tenido ‘la cancha libre’ para seguir operando y volviéndose más poderosas.

A esta reflexión se sumó el coronel PNP (r) Lizandro Quiroga, exjefe jefe del Escuadrón de Emergencia, quien ha combatido por más de una década a la criminalidad organizada. “El gobierno de turno ha podido tener un mejor plan para atacar a las mafias, principalmente las extranjeras que usan armas de largo alcance, ametralladoras y granadas de guerra. Estas bandas han sentido, en varios momentos del año, que han tenido ‘cancha libre’ para hacer lo que se les da la gana”, afirmó a Infobae Perú.

Mucho antes de la llegada del peligroso Tren de Aragua y sus células criminales al Perú, existía una banda que infundía igual o más terror: Los Pulpos de Trujillo. Operaban en toda la zona norte del país (región La Libertad) y empezaron a hacerse notar con secuestros, robos y extorsiones desde los años 90. Los hermanos Miller, Nilton, Eddy y Jhon Cruz fueron los creadores de esta banda que, pese a los años, no ha podido ser desarticulada del todo.

De acuerdo a informes de inteligencia policial, Los Pulpos una ha extendido sus tentáculos hacia Chile, donde vienen extorsionando y secuestrando, con total impunidad en al menos ocho localidades, ante la impotencia de las autoridades del país sureño.

Desde 2018, el Tren de Aragua se ha expandido meteóricamente por Latinoamérica, casi al mismo ritmo que la migración de venezolanos. Se calcula que los primeros integrantes de la megabanda llegaron al Perú a fines del 2019, pero de manera dispersa. Solo unos pocos meses después verían a nuestro país como un lugar propicio para montar su maquinaria delictiva.

Uno de los crímenes que anunció su llegada fue la ocurrida a inicios del 2020 dentro del segundo piso de un local de comida rápida, ubicado en el centro comercial Risso, en Lince. De varios disparos fue asesinado el proxeneta peruano Isaac Hilario Huamanyalli, más conocido como ‘Cholo Isaac’.

La policía peruana determinó que los autores de este crimen eran sicarios de Los Gallegos, una facción del Tren de Aragua. De ahí en más, el descuartizamiento en Fiori y otra serie de sonados casos han tenido, según las investigaciones, como responsables a delincuentes vinculados a la megabanda. En la explotación sexual y trata de personas ha encontrado su principal fuente de ingresos. En Lima, están presentes en los distritos de San Juan de Lurigancho, Lince, San Juan de Miraflores, Ate, Cercado de Lima, Los Olivos, Independencia y San Martín de Porres. Al interior del país, en regiones como Arequipa, Cajamarca y La Libertad.

El Tren de Aragua y los Tiguerones se han enfrentado varias veces en el pasado, pero tienen algo en común: ese sello de sangre y muerte que usan para sembrar terror en sus enemigos y concretar sus fines delictivos. Las armas de largo alcance, granadas de guerra y ametralladoras son parte de su arsenal para tomar el control del crimen a donde vayan.

Si la megabanda venezolana es conocida por desmembrar a sus enemigos y opositores, los Tiguerones lo son por los varios atentados con ‘coches bomba’ que se le imputa en Ecuador y ser considerado aliado de peligrosos cárteles de la droga mexicanos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, y el Cártel de Sinaloa de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

A mediados del 2023, las autoridades reconocieron que los Tiguerones tenían una peligrosidad y unos fuertes nexos con otras mafias extranjeras que bien podían servir para quitarle la batuta del crimen a la banda rival venezolana. Sin embargo, tras una seguidilla de certeros golpes de parte de la Policía peruana se logró desarticular al grupo delictivo casi en su totalidad. Operaban en la zona norte de Lima, en distritos como Los Olivos, Independencia, San Martín de Porres y Comas.

A inicios de agosto del 2023, sicarios del Comando Vermelho, también conocido como Comando Rojo de Brasil, se enfrentaron a balazos a agentes de la Dirandro de la PNP en un operativo para erradicar el narcotráfico de drogas en medio de la selva de Ucayali. El intercambio de disparos dejó un agente herido. Sin embargo, lo más preocupante fue que se confirmó la presencia de este grupo armado en el Perú, que, pese a haber surgido en Brasil, operaba en la zona desde 2019, extorsionando y cometiendo otros delitos.

El Comando Vermelho (CV) es una de las organizaciones criminales cuyos orígenes se remontan a la década de 1970 en el sistema penitenciario de Río de Janeiro, en Brasil, por una alianza entre presos comunes y presos políticos.

Por investigaciones policiales, se sabe que este grupo no tiene una estructura jerárquica fija, como algunas mafias tradicionales y opera de manera descentralizada, con varios líderes y miembros distribuidos en diferentes regiones, especialmente en favelas (barrios marginales) y en el sistema penitenciario. Los integrantes se involucran en una amplia variedad de delitos, desde el tráfico de drogas hasta el secuestro y la extorsión.