El artista Tano Verón: "La idea es que mis frases provoquen una reacción"

Con sus frases de alto impacto, el artista hizo de sus carteles callejeros un himno al positivismo y la reflexión. Sus trabajos cobran vuelo e hicieron que una marca como Nescafé Dolce Gusto lo buscara para tunear una de sus cafeteras, que fue sorteada en la Feria PuroDiseño.

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Tano Verón

Seguro la leíste, te la compartieron o te sorprendió por algún rincón de la ciudad: "Sea feliz (no joda al prójimo)", es la frase convertida en póster con la que el artista Tano Verón (33) le sumó un toque de positivismo a la rutina urbana.

Nescafé Dolce Gusto no dudó en ir a buscar ese espíritu y le propuso al artista que tuneara una de las cafeteras que se sortearon en la última Feria PuroDiseño. Te contamos quién es el autor de estos famosos carteles.

ARTE HECHO PÓSTER. Oriundo de Mercedes –a 100 km de la Capital, Pcia. de Buenos Aires–, Tano (nadie le dice Luciano) estudió Diseño gráfico en la UBA y hace tres años decidió que quería hacer más: "Empecé plasmando frases positivas, simples pero que te hacen pensar en vos mismo, en qué estás haciendo y te llevan a la reflexión".

“Firmar y hacerme cargo es ser consecuente con lo que digo en mis mensajes”.

Sus frases se convirtieron en pósters y comenzaron a multiplicarse en pegatinas por la ciudad. "Queda terminantemente prohibido ser tibio". "Si no hay love que no haya nothing". "Buen humor. Buen sexo. Buen provecho", son algunos de los mensajes que podés encontrar a la vuelta de la esquina. De a poco te ves buscándolos discretamente por la ciudad. Un trazo y un estilo fáciles de reconocer.

"Quería que fueran alegres, con colores vibrantes, ¡bien estilo cumbia!", cuenta. Amigos y familia estaban intrigados por su pasión y celebridad repentina. "Me preguntaban si me pagaban, si eran carteles de alguna campaña política… ¡y no! Para mí era una manera de expresar arte, algunos de mis pensamientos", cuenta sobre sus noches a pleno con la técnica del letter press (al estilo de Gutenberg) plasmando ideas en papel.

Públicos de todas las edades se enganchan con los trabajos de Tano Verón

La adrenalina de las salidas nocturnas en solitario, con rollos de carteles y pegamento bajo el brazo para empapelar rincones de la ciudad: "Siempre me cuidé de no meterme con paredes privadas ni de arruinar el trabajo de otros artistas, seleccionaba lugares donde no molestaran. Lo hacía en rincones o sobre publicidades que no me gustaban tanto", se ríe.

Cafetera intervenida por el Tano Verón.

No faltó mucho para que el público reconociera el sello de Tano Verón. Es que, desde el día uno, sus trabajos fueron firmados. A diferencia de Banksy –a quien admira, un as en esconder su identidad–, para él "firmar y hacerme cargo es ser consecuente con lo que digo en mis mensajes". Hoy sus pósters son un bien preciado. "Es genial. Voy por la calle y veo cómo tratan de arrancarlos enteros… aunque confieso que soy muy bueno pegando", estallada en carcajadas.

Su intervención en Feria PuroDiseño

HABÍA UNA VEZ… "Hoy me declaro artista, porque es una manera completa de describir mi trabajo", afirma Verón. Gracias a la aventura de pegar "cartelitos", el boom del street art y el furor por sus pósters serigráficos, este diseñador gráfico, ilustrador y docente –dicta clases de tipografía en universidades– vive su mejor momento. "¿Increíble, no?", se ríe. Sus pósters de stencils se venden bellamente encuadrados, lo convocan para intervenir objetos fashion y hasta para darle vida a espacios como el hotel que acaba de tunear en Paraguay. Tano cuenta que se aferra a "frases breves y concisas de alto impacto. Mías, siempre, mantengo mi libertad de hacer. La idea es que le lleguen a la gente y provoquen una reacción".

Entiende que un mensaje puede cambiar las cosas y que el arte tiene diferentes formas de exhibirse. Así, acaba de intervenir la pared de un coffee truck para Nescafé Dolce Gusto en Feria PuroDiseño. "Un proyecto que cuadraba bien con mi estilo, energía y con mis colores. Una forma artística de expresarme y en un medio que me gusta, interactuando con la gente". Lo importante, "escribo lo que quiero, no es que alguien me pasa una frase y yo la hago". "Por favor. Gracias". "El café es arte". "Salte sin red". Una ocasión para ponerle rostro a quien más de una vez sacó alguna sonrisa o dejó a alguien pensando.

Frases breves y concisas de alto impacto: “Enseguida vuelvo, fui a jugármela”.

"Mientras pintaba, las personas pasaban y me hacían preguntas. Me gusta que la gente intervenga, me pregunte y se generen cosas, así que a muchos les di guantes, les expliqué como se hacía y ¡adentro!". Frente al público el Tano también tuneó una cafetera. Confiesa que "cada cuatro años voy mutando, me aburro de lo que hago y cambio de estilo. Voy variando –vertical, horizontal– con nuevas técnicas, me gusta explorar". Sabe qué frases son un éxito en el mercado hispanohablante y cree que "seguramente pegarían si fueran traducidas a otros idiomas".

Entre café y café, aerosol en mano y con el público expectante, el artista dice: "¿Si me voy a dedicar siempre a las frases? ¡Ni yo lo sé!". Se trata de ver qué le depara el destino. Porque ya lo dijo Tano Verón: "Improvise, todos los caminos son correctos".

Textos: Paula Ikeda (pikeda@atlantida.com.ar) Fotos: Gentileza Nescafe Dolce Gusto

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