Es hora de llevar la causa AMIA más allá de las fronteras locales

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Desde el 18 de julio de 1994, AMIA está comprometida en no ceder en el reclamo de justicia y castigo a los culpables del peor atentado terrorista ocurrido en el país.

Los esfuerzos para que las 85 víctimas fatales de la masacre perpetrada por el terrorismo islámico puedan, finalmente, descansar en paz se renuevan, año tras año, con el acompañamiento de toda la sociedad.

Estamos convencidos de que siempre podemos hacer más. ¿Por qué? Porque sabemos que en agosto de 1993, en la ciudad iraní de Mashad, se reunieron algunas de las máximas autoridades para decidir el atentado a la AMIA.

Sabemos que Teherán usó agentes diplomáticos en Buenos Aires para concretar el atentado con un conductor suicida de nombre Ibrahim Berro, ciudadano libanés perteneciente a la organización terrorista Hezbollah.

Sabemos que hubo apoyo de una conexión local. En otras palabras, sabemos quiénes idearon y decidieron poner la bomba en la AMIA; quiénes materializaron el plan y quiénes cooperaron. Sin embargo, nadie está pagando por ello.

Es falso decir, por tanto, que la causa AMIA está a foja cero. La Justicia argentina determinó responsabilidades de altos funcionarios de Irán en el planeamiento, la financiación y la ejecución del atentado. Hay pedidos de captura y alertas rojas de Interpol vigentes; sin embargo, los acusados transitan por el mundo libremente, frente a nuestros ojos, sin voluntad alguna de responder los exhortos de la Justicia.

A 24 años, la impunidad de la AMIA es una pesada herida de nuestra democracia. Por eso, tenemos que hacer más para detenerla. Ello significa principalmente traer a los acusados iraníes para que sean juzgados en suelo argentino, que den cuenta de sus actos en nuestro país con las garantías de nuestra Constitución nacional.

Todos debemos hacer más. El Estado, extremando y agotando todos los recursos para lograr esclarecer totalmente el atentado. La sociedad, acompañando el reclamo, no olvidando, ejercitando la memoria colectiva. Los dirigentes, exigiendo justicia, proponiendo medidas, gestionando espacios para amplificar el reclamo…

En este camino de proponernos hacer más, AMIA se propuso trabajar decididamente en el campo internacional para hacer efectivo el reclamo de justicia contra los responsables iraníes.

Una prueba de ello lo veremos cuando esta mañana suba al escenario de nuestro acto central el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Su discurso nos ayudará a visibilizar nuestra causa más allá de las fronteras de nuestro país.

Otra prueba fue haber planteado, con éxito, al presidente ayer en la audiencia de la Casa Rosada, la posibilidad que desde Cancillería se dispongan roles y tareas específicas destinadas a un seguimiento exclusivo de la causa AMIA.

Llevar el reclamo más allá de los límites de nuestra geografía contribuirá a amplificar nuestro firme pedido de justicia para que sean juzgados y condenados los culpables de la masacre.

Resulta fundamental generar acciones y trazar alianzas internacionales para instalar el reclamo de justicia por la AMIA en el concierto de las naciones democráticas del mundo.

Declarada delito de lesa humanidad, la masacre contra la AMIA debe ser totalmente esclarecida. Sus víctimas fatales, sus familiares, los sobrevivientes, todos, merecemos que se haga justicia y se castigue a los culpables. Solo así quitaremos la pesada carga que llevamos sobre nuestras espaldas: la impunidad.

El autor es presidente de AMIA.

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