El comercio internacional en la última década ha experimentado un cambio de paradigma profundo. La apertura de mercados y la reducción de barreras comerciales han dado paso a una nueva dinámica en la que la logística ya no es solo un factor de eficiencia, sino un componente esencial de la competitividad y la sostenibilidad. En este contexto, la Logística Justa (Fair Logistics) emerge como el nuevo marco de referencia, estableciendo un estándar global basado en la ética, la transparencia y la responsabilidad social en la cadena de suministro.
Impulsada por la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas (OMCPL), la Norma Mundial de Logística Justa (NFLC 2026) es una respuesta a la necesidad de incorporar una mayor ética y moral en las operaciones logísticas y en el manejo de las cargas. Este enfoque no solo busca la optimización de costos, sino que también promueve una distribución equitativa de los beneficios, riesgos y condiciones laborales a lo largo de toda la cadena de suministro.
La Logística Justa se articula en torno a cuatro principios fundamentales que todo operador logístico debe cumplir, y que se han convertido en la columna vertebral de esta certificación:
- Ética en la gestión logística: actuar con integridad en todas las operaciones logísticas. Evitar prácticas abusivas para garantizar condiciones laborales dignas y tomar decisiones que respeten los derechos humanos. La ética en la logística justa no se limita a cumplir la ley, sino a promover valores que generen confianza entre todos los actores de la cadena.
- Transparencia en el costo del servicio logístico: este es un principio fundamental que exige operar bajo un precepto de “costo justo”. La norma se opone radicalmente a todo procedimiento especulativo y monopolista, prohibiendo explícitamente los costos ocultos. Los operadores certificados deben contar con una metodología documentada y rastreable para la determinación de tarifas, donde todas las cotizaciones y facturas desglosen los costos de manera clara e inequívoca, garantizando un precio justo y un trato digno al cliente.
- Equidad y apoyo a las pequeñas y medianas empresas (pymes): garantizar condiciones justas para todos los participantes de la cadena de suministro. Incluye prácticas como pagos oportunos, negociación equilibrada y oportunidades de crecimiento para proveedores pequeños. La equidad fomenta relaciones a largo plazo basadas en respeto y confianza mutua. Este principio aborda el compromiso solidario de apoyar la inclusión social y la competitividad de las PYMES, un sector que a menudo se encuentra marginalizado. Las empresas certificadas afianzan esfuerzos para reducir el costo logístico de las PYMES y expandir su comercio, contribuyendo directamente al crecimiento económico y social de las poblaciones.
- Sostenibilidad de los aspectos ambientales: logística Justa tiene un compromiso explícito con la reducción de la huella de carbono producto del manejo de las cargas. Los operadores certificados deben buscar proveedores que también participen del programa y ofrecer alternativas de menor impacto ambiental. Para las empresas ya vinculadas a programas como la serie ISO 14000, contratar servicios con un operador certificado asegura el cumplimiento con los requisitos de reducción de emisiones acordados en foros internacionales como la COP 21.
Logística Justa: Un Factor de Competitividad
La importancia de alcanzar una Logística Justa es clara: es un motor para la estabilidad y la competitividad. La certificación se convierte en un factor diferenciador, asegurando al productor (el generador de la carga) que su producto se somete a buenas prácticas de comercio y logística, y que los costos son justos.
El avance hacia este modelo se evalúa en tres fundamentos: sostenibilidad ambiental, eficiencia económica y, críticamente, equidad social y responsabilidad. Este último pilar implica centrarse en la distribución justa de beneficios y riesgos en toda la cadena, garantizando condiciones laborales dignas, salarios justos y seguridad para los trabajadores, incluyendo a los repartidores de última milla.
Desafíos para la Consolidación Global
A pesar de los beneficios, la consolidación del principio de Logística Justa enfrenta barreras significativas que resuenan en todo el panorama internacional:
- Resistencia a la inversión inicial: el sector se guía históricamente por la eficiencia de costos. La inversión en tecnologías limpias, la mejora de salarios y la formalización laboral implican un aumento en los costos operativos iniciales, generando resistencia en muchos actores del mercado.
- Informalidad y fragmentación: la dependencia de modelos laborales flexibles y la alta tasa de trabajo independiente no formalizado, especialmente en la “última milla”, dificultan la fiscalización y la garantía de derechos laborales equitativos. Esta informalidad se agrava por la fragmentación de la cadena, donde los múltiples niveles de subcontratación dificultan la trazabilidad de las prácticas éticas.
- Falta de estándares medibles de equidad: aunque existen métricas claras para la huella ambiental, hay una carencia de estándares y métricas homogéneas para auditar y medir la “justicia” y la “equidad social” en la cadena de suministro. Es por ello que normas como la NFLC 2026, con sus requisitos detallados sobre transparencia de costos y gestión de talento humano, resultan cruciales para establecer métricas creíbles.
La Logística Justa es el futuro inevitable del comercio internacional responsable. Representa una importante herramienta para mejorar la competitividad del comercio, promoviendo el uso eficiente de la multimodalidad, el manejo sustentable de las cargas y, fundamentalmente, una mayor inclusión social.
Al adoptar la NFLC 2026 y sus principios, los operadores logísticos se transforman de simples proveedores a verdaderos asesores y consejeros éticos. Para los productores, compradores y vendedores, la Logística Justa asegura un servicio más justo, lo que se traduce en una mejor competitividad de inserción en los mercados, bajo un marco ineludible de ética, moral y buenas prácticas. El camino hacia la justicia en la cadena de suministro es la próxima gran frontera de la logística global.