De qué se trata la hiperplasia prostática benigna

Un grupo de especialista explicó cuáles son los síntomas más frecuentes que se presentan en la enfermedad. Estudios para detectarla y posibles tratamientos

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(IStock)

La próstata es una glándula (órgano que produce sustancias químicas que se liberan en el torrente sanguíneo o se eliminan hacia el exterior) que cumple importantes funciones en las esferas sexual y reproductiva.

La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) es una entidad que consiste en el crecimiento benigno de las células que forman esta glándula. No es conocida la causa real del desarrollo de esta enfermedad, pero el mismo se relaciona con el envejecimiento y la secreción hormonal (testosterona) testicular. Suele presentarse en varones mayores de 40 años y en los octogenarios se encuentra presente en hasta el 90% de la población.

Una analogía para facilitar la comprensión de esta patología es imaginar la próstata como si fuera una naranja (con cáscara, gajos y el centro), en la cual la cáscara equivale a la cápsula prostática (zona en la que se desarrolla con mayor frecuencia el cáncer de próstata, una entidad distinta); los gajos equivalen a la zona conocida como adenoma o zona de transición (zona en la que se desarrolla el crecimiento que genera la HPB) y el centro semeja a la uretra (órgano tubular por el que la orina sale al exterior desde la vejiga).

El crecimiento de las células que componen la zona de transición provoca la compresión de la uretra con la consiguiente dificultad para la salida de orina desde la vejiga hacia el exterior. Esto se ve manifestado en dos tipos de síntomas: irritativos y obstructivos.
Algunos de los síntomas irritativos más frecuentes son:
-Urgencia miccional (deseo imperioso de orinar)
-Nocturia (aumento de la frecuencia miccional durante la noche)
-Incontinencia urinaria (pérdida de orina)
-Los síntomas obstructivos más frecuentes son:
-Dificultad para el inicio de la micción
-Vaciado incompleto de la vejiga
-Chorro débil
-Retención urinaria (incapacidad de orinar)

Existen múltiples estudios para realizar el diagnóstico de esta enfermedad, los más usados son:
-Examen físico (tacto rectal, necesario para evaluar las características de la próstata)
-Análisis de sangre y orina (evaluado el Antígeno Prostático Específico –PSA por sus siglas en inglés)
-Ecografía (para evaluar el árbol urinario -riñones, vejiga, próstata- en forma completa)
-Flujometría (para evaluar la fuerza del chorro miccional)

(Getty)

Múltiples tratamientos existen para esta enfermedad. Lo primero a realizar consiste en cambios en el estilo de vida, los que incluyen disminución de la ingesta de alcohol, café y picantes; reducción del estrés; y evitar la ingesta de líquido abundante durante la noche (entre otras medidas). Diversos fármacos son utilizados en el tratamiento de la HPB, entre los más empleados se encuentran los bloqueantes alfa adrenérgicos (relajan el cuello vesical, facilitando la micción) y los inhibidores de la enzima 5 alfa reductasa (producen disminución del tamaño prostático).

La cirugía (en la cual se extrae solamente la zona enferma de la próstata y no toda la glándula) se encuentra indicada en determinadas ocasiones y la misma se puede realizar por vía endoscópica (a través de la uretra, sin incisiones) o por vía quirúrgica convencional. Por supuesto, el tratamiento para cada paciente es seleccionado de acuerdo a síntomas, tamaño prostático y otras características.

Resumiendo, se debe tener en cuenta que la HPB y el cáncer de próstata son 2 entidades distintas, sin relación entre ellas, pero que pueden coexistir ambas en una misma persona. Si usted sufre de alguno de estos síntomas, se sugiere una consulta urológica.

Profesionales:
Quiroga, Mauricio
Médico. Urólogo y Cirujano General
Hospital de Clínicas "José de San Martín"
Sanatorio Finochietto, CABA
Lopez Silva, Maximiliano
Médico. Urólogo y Cirujano General
Hospital de Clínicas "José de San Martín"
Clínica San Camilo, CABA