El luchador Shocker reapareció después de pasar un tratamiento de rehabilitación para superar sus problemas de adicciones. Con la ayuda de Julio César Chávez, el luchador del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) se internó en una de las clínicas Baja del Sol en Culiacán e inició este proceso para estar limpio.
Tras seis meses de tratamiento, Shocker tuvo una aparición pública y en entrevista con Gustavo Adolfo Infante, para el programa De Primera Mano, reveló detalles de su estado de salud y todo el proceso que vivió para iniciar esta nueva etapa de su vida. Y es que, en su internamiento, el periodista se acercó a la familia del luchador para ayudarlos en el proceso.
Lo primero que confesó fue que nunca imaginó que su proceso durara seis meses, ya que nunca le revelaron el tiempo que estaría internado. Aunque este factor fue determinante para no abandonar el proceso, sí reveló que no es la primera vez que se somete a un internado en clínicas de rehabilitación contra adicciones.
“He estado en varios tratamientos, este sería el cuarto bien hecho. Los otros también estuvieron bien hechos, pero, había mucha renuencia de mi parte. Creo que en este ya hubo un aprendizaje más profundo, más interno y me siento muy completo, muy pleno”.
Fueron sus primeras palabras al salir de la clínica, el 1000% Guapo ya está de regreso en su hogar, por lo que aseguró que esta ocasión su rehabilitación fue diferente y espera que este “sea el bueno”. El peleador tapatío se mostró en un mejor estado a diferencia de la última vez que se le vio en público, que fue a principios de abril cuando fue detenido en un hotel en Oaxaca.
Shocker se sinceró con sus procesos de rehabilitación, por lo que confía que el internamiento en la clínica de Chávez González sea el definitivo para empezar una nueva vida.
“Todos me han servido, en todos pude detenerme, yo espero que este sea el bueno”.
Además, confesó que al principio se negaba a recibir ayuda. No quería afrontar el proceso, razón por la que nunca le dijeron cuánto tiempo estaría en la clínica en Culiacán. Ahora, en retrospectiva aceptó que necesitaba estar dispuesto cambiar tras tocar fondo.
“Ya estando en el tratamiento, te das cuenta que es necesario tocar el piso, aterrizar, hacer las cosas bien. Seis meses parece mucho, hay gente que necesita más para poner los pies en la tierra. A pesar de que estaba renuente al principio, hubo un momento en mi vida y mi pensamiento que dije: ‘Yo tengo que ponerme en disposición para hacer las cosas bien y aprender’”, finalizó.
Aunque no detalló si regresará a la Lucha Libre, sí dejó en claro que ya está en su proceso de readaptación a la interacción social para trabajar y retomar su vida personal fuera de la clínica.