El asesinato de Óscar Noé Medina González, ‘El Panu’, en la Zona Rosa de la Ciudad de México, dejó vacante el puesto de jefe de seguridad de Los Chapitos, sin embargo, entre quienes podrían asumir este rol se encuentra uno de los hombres más cercanos al antiguo jefe: se trata de Óscar Gabriel Martínez Larios, conocido como ‘El Gabito’ o “El 80″
El asesinato de El Panu el 21 de diciembre de 2025 representó un golpe inédito para la estructura de protección de la facción liderada por Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Ahora, la figura de El Gabito emerge como posible relevo en la defensa armada de los hermanos Guzmán, en un contexto de máxima presión por parte de las autoridades y disputas con La Mayiza y sus brazos armados.
Un pistolero al servicio de Los Chapitos
Óscar Gabriel Martínez Larios, alias El Gabito, es identificado por autoridades y reportes periodísticos como uno de los principales sicarios de Los Chapitos, con influencia en la zona sur de Sinaloa.
Su trayectoria criminal ha quedado registrada en varios narcocorridos de Luis R. Conríquez y Gerardo Ortiz, donde se le describe como un hombre armado, con mando sobre decenas de pistoleros y acceso a armamento de alto poder.
Información obtenida por el usuario @HEARST_BB, quien comparte data especializada del mundo criminal en México en el portal Narco Chronicles, El Gabito nació en Guadalajara, Jalisco, el 15 de octubre de 1989.
Poco después, su familia se mudó a El Rosario, Sinaloa, donde tanto él como sus hermanos —José Luis Martínez Larios “El Monstruo”, Óscar Luciano Martínez Larios “El Casco” y Eduardo Jonathan Martínez Larios “El Owen”— comenzaron a trabajar para la facción de Los Chapitos en sus veintes. De ellos, El Monstruo fue asesinado y El Owen está en prisión.
El Gabito considera El Rosario su lugar de origen y su historia familiar está enraizada en esa región. Su entorno se vio marcado por la violencia y los conflictos locales entre células del crimen organizado.
El Gabito ha sido señalado como uno de los principales generadores de violencia en Mazatlán y municipios vecinos, donde opera bajo la clave “El 80”.
Su nombre ha surgido en interrogatorios realizados por grupos rivales, como el Cártel de Caborca, en los que se le menciona como encargado de coordinar secuestros y asesinatos en campañas para desestabilizar plazas enemigas.
Ascenso criminal y guerras territoriales
De acuerdo con Narco Chronicles, El Gabito inició su carrera bajo órdenes de Juan Alfonso Corona Betancourt, alias “El Lobo”, en El Rosario. Después, participó en las guerras territoriales por el control de municipios del sur de Sinaloa, como Concordia, Escuinapa, El Palmito y El Verde, donde enfrentó a grupos como Los Mazatlecos, aliados de los Beltrán Leyva.
En la campaña para retomar el control de Mazatlán, Gabito y sus hermanos trabajaron junto con otros operadores de Los Chapitos para expulsar a células rivales.
Durante estos años, fue acusado de participar en asesinatos, secuestros y desplazamientos forzados de población civil. En 2016, narcomantas y banners firmados por rivales ya señalaban a Gabito como responsable de violencia y ejecuciones en la zona.
En octubre de 2016, grabaciones filtradas a la prensa mostraron cómo mandos policiales alertaban a Gabito sobre operativos, permitiéndole mover hombres y mercancía.
El Gabito en los corridos
La estructura de seguridad de Los Chapitos ha sufrido bajas sistemáticas en los últimos dos años. El asesinato de El Panu fue el más reciente y mediático de una cadena de caídas en la cúpula de protección de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Como jefe de seguridad, El Panu coordinaba a operadores regionales y era intermediario directo en operaciones de tráfico y logística.
De acuerdo con la data disponible, El Gabito era el principal subordinado de El Panu. Ambos recibían instrucciones directas de Iván Archivaldo Guzmán.
Su apodo aparece en narcocorridos donde se le atribuyen camionetas artilladas, rifles Barret calibre .50, Miniguns y un papel destacado en la defensa territorial de Los Chapitos.
En la letra de Luis R. Conríquez, se menciona que El Gabito “le agradece al señor Panu por ponerlo al cien” y que su misión es “ganar”, enfatizando su lealtad y capacidad operativa.
En el corrido “El Gabito” de Gerardo Ortiz se relata la estructura de radios, el arsenal y la disciplina militar del grupo bajo el mando de Gabito.
La letra del corrido describe a El Gabito como un hombre que circula con confianza por Mazatlán y que mantiene a sus “plebes” (sicarios) bien armados y listos para la acción. Se resalta su cercanía con Iván Archivaldo Guzmán (“escuela del señor Iván”), así como su inteligencia y capacidad de mando dentro de la organización.
En el relato musical, El Gabito aparece como un líder que no duda en responder con violencia a cualquier agresión o traición, y que “orquesta” operativos con personal altamente capacitado.
El corrido también subraya su papel en la defensa de territorios y negocios ilícitos, y la expectativa de que “algún día iba a ser el jefe”, reforzando la percepción de un ascenso construido por mérito criminal y lealtad.
La muerte de El Panu reconfigura el mapa de la seguridad de Los Chapitos y coloca a El Gabito en un lugar estratégico dentro de la organización criminal. Su historial como operador armado, su acceso directo a la estructura de mando y su presencia en los relatos de guerra interna lo perfilan como uno de los principales responsables de la protección de los Guzmán Salazar.