Carlos Villagrán, conocido por su papel de Quico en “El Chavo del 8”, relató que recibió una oferta millonaria para presentarse en una fiesta privada organizada por Pablo Escobar, jefe del Cártel de Medellín, pero la rechazó por temor a las posibles consecuencias.
Hace cinco años, durante una entrevista con la cadena América TV en Argentina, Carlos Villagrán recordó que, mientras se hospedaba en el hotel Tequendama de Bogotá, fue abordado por tres hombres que le solicitaron una reunión.
Los visitantes se presentaron portando un portafolio, del cual sacaron una chequera y una insólita propuesta: “Mañana es el cumpleaños de la hija de nuestro patrón, él quiere que usted actúe. Ponga la cifra que quiera, hasta un millón de dólares”. La oferta era clara: actuar como Quico en el festejo infantil organizado por uno de los líderes más notorios del narcotráfico colombiano.
“Se me heló el cuerpo, no esperaba una cosa así. Se me ocurrió decirles que yo traía una cláusula en la que decía que yo podía hacer nada más a lo que vine, me lo respetaron, cerraron las chequeras, cerraron el portafolios, se despidieron muy bien de mí y se fueron.
Yo supongo que era gente de Pablo Escobar“, relató Villagrán en la conversación. Tras la negativa, el actor confesó haber experimentado paranoia y miedo durante su estancia: aseguró que, desde ese momento, comenzó a ser trasladado por diferentes rutas entre el hotel y el circo cada día, temiendo por su seguridad.
La tensión acumulada llevó a Villagrán a tomar la decisión de abandonar Colombia antes de lo previsto. “Al haberme negado me entró mucho miedo poco después, porque a diario me llevaban por diferentes caminos al circo y a diario me traían por diferentes caminos, diferentes calles al hotel. Más o menos al tercer día les digo, ‘Ya me voy porque tengo un miedo tremendo, me van a balear por haberme negado y prefiero regresar, regresaré en otra oportunidad’”, puntualizó el actor sobre el episodio.
En la misma entrevista, el comediante reconoció lo “acogedor” que siempre fue el público colombiano con su trabajo como Quico, aunque nunca esperó verse en tal situación.
El Chavo del 8 y el Cártel
El actor, nacido en Ciudad de México en 1944 y cuyo nombre completo es Carlos Villagrán Eslava, alcanzó fama internacional desde la década de 1970 gracias a El Chavo del 8 y desarrolló su carrera posterior en circos y proyectos en países como Venezuela y Brasil.
Tras separarse del elenco a principios de los años 80, mantuvo su personaje en espectáculos independientes y enfrentó disputas legales con Roberto Gómez Bolaños por los derechos de Quico.
Y es que la popularidad de “El Chavo del 8” alcanzó niveles insospechados en América Latina. Desde su aparición en 1971, el programa se volvió un fenómeno televisivo, con personajes como Quico, El Chavo, La Chilindrina y Doña Florinda generando una base de admiradores que abarcó todos los estratos sociales.
El impacto de la serie fue tan extendido que su elenco llegó a actuar en fiestas privadas organizadas por figuras del narcotráfico, según versiones recogidas por Reforma en 2007.
El propio Villagrán aportó un testimonio clave en ese sentido: aunque él rechazó actuar para Pablo Escobar, relató que el resto del grupo sí habría participado en reuniones privadas organizadas por el líder del Cártel. “Fue todo el grupo de ‘El Chavo del 8’ menos yo; yo ya estaba fuera del grupo, ellos sí trabajaron para Pablo Escobar”. El actor sostuvo que desconoce cuánto les pagaron y apuntó que tras esa oferta no volvió a ser contactado por el mismo grupo.
Tras la difusión de esas declaraciones, Juan Pablo Escobar Henao, hijo del narcotraficante, utilizó sus redes sociales para rechazar públicamente la versión de Villagrán. “Si mi padre hubiera contratado a ‘Chespirito’, hubiese sido un recuerdo imborrable y maravilloso en la memoria de todos los niños de esa época y de mucha gente a nuestro alrededor, incluyendo a mi madre; lastimosamente no fue así”, escribió en Facebook.
El hijo de Pablo Escobar consideró que los relatos sobre la contratación del elenco surgieron “con la intención de ganar protagonismo” y subrayó que tales hechos nunca ocurrieron en el entorno de su familia.
Años después de aquel episodio, Villagrán regresó a Colombia para participar en diversas actividades profesionales y aseguró que ya no sufrió incidentes relacionados con presiones externas.