Sin duda el hígado es un órgano vital para la salud y además de tener buenos hábitos alimenticios siempre es importante conocer remedios medicinales que ayuden a brindarle protección y también a combatir diversos padecimientos que suelen generarse en él, tales como el hígado graso.
Tal es el caso del cardo mariano, la cual es una planta medicinal originaria de la región mediterránea valorada principalmente por sus efectos benéficos sobre la salud del hígado.
El componente más estudiado del cardo mariano es la silimarina, un grupo de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios presentes en las semillas de la planta y sobre sus beneficios para este órgano te contamos a continuación.
Cuáles son los beneficios del cardio mariano para el hígado
El cardo mariano, preparado a partir de las semillas o partes de la planta Silybum marianum, es conocido en la medicina tradicional por sus efectos benéficos sobre el hígado. Los principales beneficios atribuidos a esta infusión son los siguientes:
- Protección hepática: El cardo mariano contiene silimarina, un compuesto antioxidante que puede contribuir a proteger las células del hígado frente a daños provocados por toxinas, alcohol o medicamentos.
- Regeneración celular: Se ha asociado a la capacidad de estimular la reparación y regeneración de células hepáticas dañadas.
- Efecto antioxidante: Sus compuestos ayudan a disminuir el estrés oxidativo en el hígado, lo que favorece su funcionamiento.
- Apoyo en trastornos hepáticos leves: Tradicionalmente, se ha utilizado el cardo mariano como auxiliar en casos de hígado graso, hepatitis leve, cirrosis y como suplemento frente a daños hepáticos inducidos por sustancias tóxicas.
Cómo consumir el cardo mariano para obtener sus beneficios para el hígado
El cardo mariano puede consumirse de varias formas para aprovechar sus posibles beneficios hepáticos. Las opciones más utilizadas son:
1. Cápsulas o comprimidos de extracto estandarizado
- Se recomienda adquirir productos estandarizados en silimarina, el principal componente activo.
- La dosis habitual varía entre 140 y 210 mg de silimarina dos o tres veces al día, según las indicaciones del fabricante o prescripción médica.
2. Infusión o té de cardo mariano
- Preparar la infusión con una cucharadita (unos 5 gramos) de semillas trituradas o parte seca de la planta por taza de agua caliente.
- Dejar reposar entre 10 y 15 minutos, colar y consumir una o dos tazas al día.
3. Extractos líquidos o tinturas
- Seguir la dosificación indicada en la etiqueta del producto, normalmente diluyendo unas gotas en agua.
La forma más concentrada y recomendada para uso terapéutico es el extracto estandarizado.
Antes de comenzar cualquier suplemento o remedio herbal, especialmente en personas con enfermedades hepáticas o que toman otros medicamentos, se debe consultar a un profesional de la salud.