La Unión Tepito, un cártel conocido por sus operaciones en el centro de la Ciudad de México, transformó su estructura bajo el liderazgo de Roberto Moyado Esparza ‘El Betito’. A diferencia de modelos tradicionales, este grupo criminal adoptó una estructura horizontal en su cadena de mando, lo que permitió que sus operaciones no dependieran exclusivamente de una sola figura, sino del trabajo coordinado entre sus diversas células.
Este cambio estratégico ha permitido al cártel mantener su crecimiento y operaciones a pesar de los golpes sufridos por la organización, como la extradición de su fundador Juan José Juárez Orozco, ‘El Abuelo’, y la captura de otros líderes.
El sistema de operación de la Unión Tepito se inspira en otros grandes cárteles como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, conocidos por su eficaz estructura organizativa que les ha permitido sostener e incluso expandir sus operaciones a pesar de la captura de importantes cabecillas.
“‘El Betito’, le dio otra forma al cártel, levantó su estructura con base a una cadena de mando horizontal, no piramidal, claro, él es amo y señor de La Unión, pero la operación del cártel no depende de él, sino del funcionamiento de sus células, dicho de otra manera, el cártel no es un panal organizado en torno a una abeja, sino un conjunto de hormigueros trabajando entre sí, por eso La Unión Tepito siguió creciendo pese a la extradición de su fundador, pese al caso Heaven, la huida de ‘El Moco’, su operador original, la detención de ‘Pancho Cayagua’ en agosto del 2016, y la de otros cabecillas, el modelo fue tomado del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación”, se lee en el libro ‘Cártel Chilango’, del periodista Antonio Nieto.
La implementación de este modelo de gestión ha resultado en la resiliencia y expansión de la Unión Tepito, incluso frente a adversidades como la extradición de su creador, la desaparición y detención de figuras clave como Ricardo López Castillo, ‘El Moco’ y Francisco Javier Hernández Gómez, ‘Pancho Cayagua’, este último capturado en agosto de 2016.
Además de su estructura organizativa, la Unión Tepito ha demostrado una notable capacidad para adaptarse y sobrevivir frente a constantes desafíos.
La organización ha continuado en constante crecimiento a pesar de los numerosos golpes a su estructura de liderazgo, lo que subraya la eficacia de su modelo operativo basado en la colaboración y autonomía de las células que la componen.
Este enfoque distinto a la jerarquía tradicional piramidal les ha permitido mantener una red flexible y resistente frente a las medidas de las autoridades para desmantelar sus operaciones.