Senadores proponen pacto nacional por el agua

Las lluvias fueron escasas duante el mes de marzo por lo que prevalecen las condiciones de sequía en la mayor parte del territorio mexicano.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se observó el incremento de áreas con sequía de extrema a excepcional en partes de Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y Veracruz, así como de condiciones anormalmente secas en Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, Puebla, Chiapas y Península de Yucatán.

El porcentaje de cobertura con sequía de moderada a excepcional para la segunda quincena de marzo, fue de 57.5%, ligeramente menor (0.67%) a lo cuantificado en la primera quincena de marzo 2024.

Además, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha reportado que las reservas de agua potable en los 210 principales presas se encuentran al 47%.

En México se ha levantado una voz de alarma por los representantes del Senado frente a desafíos críticos como la sequía, la insuficiencia de agua y las repercusiones del cambio climático.

Esta situación ha llevado a un llamamiento para establecer un pacto nacional en el ámbito hídrico.

El encargado de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, Raúl Bolaños-Cacho Cué, destacó la importancia de tomar decisiones sustentables y equitativas respecto al uso del vital líquido.

Según las declaraciones de Bolaños-Cacho Cué, el país ha sido testigo de una serie de eventos imprevistos que afectan el ciclo del agua, tales como patrones de lluvia erráticos, disminución de glaciares, ascenso del nivel del mar e intensificación de inundaciones y sequías.

Este panorama amenaza directamente el desarrollo sustentable, la biodiversidad y el acceso al agua y saneamiento básico. Asimismo, hizo hincapié en la grave reducción de disponibilidad de agua per cápita en México, pasando de 8,000 metros cúbicos hace 70 años a 3,500 metros cúbicos por habitante en 2020.

Laura Ballesteros Mancilla, senadora de Movimiento Ciudadano, subrayó la urgencia de alcanzar acuerdos para la aprobación de una Ley Nacional de Aguas, destacando la grave situación de territorios como Nuevo León, que ha sufrido de sequías extremas, resaltando la necesidad de colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y el sector privado para superar la escasez hídrica.

Adicionalmente, se informó que se han implementado reformas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la conservación de la biodiversidad, pero aún queda mucho camino por recorrer.

Las manifestaciones de ambos senadores durante el foro “Agua y cambio climático: los retos para México” apuntan a la urgencia de una acción colectiva para enfrentar las adversidades climáticas, aumentando la resiliencia hídrica del país.

La crisis del agua en México se caracteriza por una serie de retos y complejidades significativos.

Las principales ciudades y regiones del país enfrentan una escasez de agua que se agrava debido a la combinación de varios factores. Entre estos se incluyen el crecimiento demográfico, la urbanización acelerada, prácticas de gestión del agua ineficientes, infraestructura hídrica insuficiente o envejecida, cambio climático que altera los patrones de precipitación y la sobreexplotación de acuíferos.

Específicamente, ciudades como la Ciudad de México padecen de alta vulnerabilidad al agotamiento de sus fuentes de agua, debido a que se abastece en gran medida de acuíferos subterráneos, los cuales están siendo explotados más allá de su capacidad de recarga natural. Este sobreuso ha llevado a problemáticas adicionales como el hundimiento de terreno.

En regiones agrícolas, la sobreextracción de agua para irrigación ha afectado la disponibilidad del recurso para otros usos, además de contribuir a la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad en áreas húmedas.

El cambio climático se suma a estos desafíos, exacerbando los periodos de sequía y modificando los patrones de lluvia, lo cual afecta la disponibilidad del agua en varias regiones del país.