Éste fue el centro de operaciones de ‘El Betito’ en CDMX

Roberto Moyado Esparza, mejor conocido como ‘El Betito’, uno de los máximos narcomenudistas de la Ciudad de México, durante la década de los 2010, en una ocasión estuvo a punto de ser aprehendido por las autoridades cuando se encontraba dentro de una vecindad ubicada en el centro.

De acuerdo con reportes de inteligencia, el domicilio ubicado sobre la calle Paraguay, cuya leyenda era el número 62, era utilizado como su centro de operaciones, donde presuntamente guardaba su mercancía, así como armas.

“El lugar, una vecindad marcada con el número 62, de la calle Paraguay, en el centro, dicha vecindad ha sido refugio de ladrones y narcomenudistas, prácticamente desde que se urbanizó el centro, las familias asentadas ahí, no se han ido al paso de las décadas y de los diferentes Gobiernos Locales, el 62 de Paraguay, según los informes de inteligencia, con los que cuenta la SSP, por medio del Estado Mayor Policial, era el centro de operaciones de ‘El Betito’, la vecindad tiene alrededor de 40 viviendas que se conectan con otras, en el día está flanqueada por comercios establecidos y ambulantes”, se lee en el libro ‘Narcos de México’, de Antonio Nieto.

Según datos del periodista Antonio Nieto, en su interior llegaron a tener personas secuestradas, pues al momento de ser inspeccionadas por las autoridades se percataron de la presencia de colchonetas, así como rastros de sangre, como si algunas personas hubieran sido torturadas.

Con respecto al interior del recinto, se conoce que tenían alrededor de 40 viviendas, las cuales estaban interconectadas, lo que facilitaba su escape ante cualquier operativo en el que lo pudieran tener rodeado.

Ya en el exterior, se podían observar varios comercios establecidos en los alrededores, así como ambulantes, lo que hacía que no fuera de fácil acceso, es por ello que las autoridades para poder accionar tenían que tener una orden de cateo y una serie de permisos.

Roberto Moyado Esparza tenía tiempo que había dejado de vivir en la Ciudad de México, debido a que era buscado por las autoridades tras balear a unas personas en los estacionamientos de la Arena México.

‘El Betito’ se fue a vivir al Estado de México y Guanajuato, donde alternaba cada cierto tiempo, con el fin de que no pudiera ser ubicado.

“Informantes de la Policía lo ubicaron entonces en el Estado de México y Guanajuato, cuando regresaba a la ciudad, lo hacía de forma sigilosa, custodiado por una legión de pistoleros y bajo la fachada de que asistía a una estética en Santa María la Ribera”.