Fovissste da el primer paso para construir y vender casas de interés social a precios accesibles

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) podrá adquirir o construir viviendas, a través del Fovissste, para venderlas a precios accesibles a los trabajadores y pensionados, además estará facultado para adquirir o urbanizar terrenos destinados a formar unidades habitacionales, todo esto en caso de que la reforma sea aprobada en el Congreso.

El primer paso firme en esa ruta se dio con la aprobación en comisiones de la Cámara de Diputados para reformar los artículos 165, 175 y 180 de la Ley del ISSSTE y que esta dependencia pueda construir vivienda.

La reforma plantea que el Fondo tiene por objeto establecer y operar un sistema de financiamiento que permita a las personas trabajadoras obtener crédito barato y suficiente “para la adquisición, construcción, mejoramiento y/o remodelación de vivienda, usada o nueva, incluyendo aquella adquirida o construida por el Fondo de la Vivienda”.

Esta propuesta pone énfasis en generar unidades habitacionales que no sólo respondan a necesidades de alojamiento sino que también promuevan el bienestar integral de sus habitantes.

La iniciativa ha despertado discusiones sobre su viabilidad y se enfrenta a una propuesta similar presentada por el Ejecutivo Federal y dirigida al INFONAVIT, ambas enfocadas en mejorar el acceso a la vivienda en México.

Vale la pena señalar que ambas iniciativas podrían ser incluidas en un solo paquete al ser complementarias.

Los argumentos a favor de la iniciativa de Angélica Cisneros Luján se centran en la capacidad del FOVISSSTE para ejecutar estos proyectos, argumentando que el mercado privado no satisface esta necesidad debido a sus intereses comerciales.

No obstante, la diputada Carmen Rocío González Alonso, del PAN, ha solicitado la retirada de esta propuesta, señalando la existencia de un proyecto muy similar ya presentado por el Ejecutivo Federal que otorgaría facultades equiparables al INFONAVIT.

González Alonso aboga por unificar ambas propuestas y someterlas a análisis bajo los foros programados por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), desde una perspectiva constitucional.

Por otra parte, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, también del PAN, ha expresado preocupaciones sobre la constitucionalidad de permitir que el FOVISSSTE adquiera o construya viviendas, así como compre y urbanice terrenos para proyectos habitacionales.

Sugiere que cualquier avance en este sentido requiere primero una modificación de la Constitución Política, seguido de ajustes en la legislación secundaria. Ambas propuestas están, por lo tanto, en discusión ante la Jucopo para determinar su viabilidad y conformidad constitucional.

Constructoras ya no se interesan en casas de bajo costo

La construcción de casas de interés social en México ha experimentado una disminución debido a una combinación de factores económicos, políticos y sociales.

Uno de los principales motivos es la reorientación de las políticas gubernamentales, que ha llevado a un enfoque menos dirigido hacia la vivienda de interés social y más hacia esquemas de subsidios directos a los compradores. Esto se debe en parte a la búsqueda de soluciones más flexibles y personalizadas para las necesidades de vivienda de la población.

Además, las dificultades financieras de las principales instituciones de vivienda en México han limitado su capacidad para financiar nuevos proyectos de interés social. La escasez de terrenos adecuados y accesibles en zonas urbanas para el desarrollo de este tipo de proyectos también ha sido un obstáculo significativo.

Otro factor relevante es el cambio en las prioridades de los desarrolladores de vivienda, quienes han encontrado mayor rentabilidad en proyectos dirigidos a segmentos de ingresos medios y altos, dejando en segundo plano la construcción de viviendas de interés social debido a su menor margen de ganancia.

Finalmente, las modificaciones en los criterios de elegibilidad para créditos hipotecarios han hecho que sea más difícil para las personas de bajos ingresos acceder a la financiación necesaria para adquirir este tipo de vivienda, disminuyendo así la demanda efectiva y, por ende, la oferta de nuevas construcciones.