Cómo era la joya que Hernán Cortés ofreció a la Virgen de Guadalupe tras sobrevivir a un picadura de alacrán

El español estuvo a punto de morir a causa de este ataque, ocurrido en 1528

Guardar

Nuevo

Hernán Cortés quería mandó edificar una iglesia en Tlatelolco por ser uno de sus lugares favoritos
Imagen:
Wikimedia
Hernán Cortés quería mandó edificar una iglesia en Tlatelolco por ser uno de sus lugares favoritos Imagen: Wikimedia

Hernán Cortés arribó a México el 21 de abril de 1519 y atracó sus embarcaciones frente a la costa de Chalchicueyecan, en lo que hoy es Veracruz. Dos años más tarde cayó Tenochtitlan, la ciudad más importante del centro del país.

Luego de la caída de los aztecas, el español se movió por el resto del país en búsqueda de poder y riqueza. En su recorrido no estuvo exento de dificultades, entre ellas problemas de salud.

De hecho, el conquistador estuvo cerca de morir debido a la picadura de un alacrán. En 1528 presentó a la Virgen de Guadalupe una joya excepcional en forma de alacrán, como agradecimiento tras sobrevivir a este percance.

Esta pieza mandada a hacer por Cortés, se extravió durante la desamortización de Mendizábal, aunque existe documentación detallada sobre ella en los inventarios del Monasterio de Guadalupe en España, según información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Hernán Cortés fue picado por un alacrán mientras daba un recorrido a caballo (Foto: archivo)
Hernán Cortés fue picado por un alacrán mientras daba un recorrido a caballo (Foto: archivo)

El ataque de alacrán ocurrió en Yautepec mientras recorría las plantaciones de árboles de mora con Cordobés, uno de sus caballos. Así lo refiere Xavier López-Medellín, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

De acuerdo con el académico, la razón por la que Cortés tenía estos árboles frutales en los que fue atacado es que planeaba producir seda y pretendía que los gusanos se alimentaran de ahí.

Tras ser picado, el conquistador español enfermó gravemente, por lo que se encomendó a la Virgen de Guadalupe. Luego de varios días, mejoró bajo los cuidados de curanderos de la región.

Tal fue el agradecimiento de Cortés con la figura católica que mandó a hacer un exvoto, que contendría adentro el cuerpo del alacrán que estuvo cerca de causarle la muerte.

Hernán Cortés entregó la valiosa joya en uno de sus viajes a España 

Foto: INAH
Hernán Cortés entregó la valiosa joya en uno de sus viajes a España Foto: INAH

El divulgador cultural Enrique Ortiz señala que fray Francisco de San Joseph describió que la joya era de oro con mosaico azul, verde y amarillo.

La pieza tenía también 43 esmeraldas, algunas labradas en inusuales formas y cuatro perlas: dos colgantes y el resto atrapadas en las garras del escorpión.

El mismo año de la picadura, Cortés viajó a España y entregó el obsequio en el Monasterio de Guadalupe. La joya estuvo ahí hasta 1835, año en que los jerónimos fueron expulsados del recinto religioso.

Guardar

Nuevo