SIDA en México: ¿Cuántos casos hay y cuál es el tratamiento médico a 42 años de su descubrimiento?

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) fue descubierto en 1981; sin embargo, a 42 años de que se comenzó a tratar y a visibilizar esta enfermedad, en México aún hay miles de casos y diversos mitos o desconocimiento entorno al tratamiento médico de esta enfermedad, la esperanza de vida de quiénes la padecen y falta de cobertura para el acceso a los medicamentos.

En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se celebra cada 1 de diciembre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer la situación actual de la enfermedad en el país, aclarando algunas de las dudas sobre la enfermedad y haciendo un llamado a mejorar el acceso al tratamiento médico.

Primero lo primero, uno de los mitos que aún hay sobre la enfermedad, es si el Virus de Inmunodeficiencia Humana y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida son lo mismo. La respuesta es NO.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la infección por el VIH ataca el sistema inmunitario y con el tratamiento adecuado se puede evitar que evolucione a SIDA, que es la fase más avanzada de la enfermedad.

La OMS puntualizó que el VIH se transmite a través de los líquidos corporales de las personas infectadas, como sangre, leche materna, semen y secreciones vaginales.

Y contrario a lo que se creía, NO se transmite por besos o abrazos ni por compartir alimentos, aunque también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo y el parto.

Roberto Vázquez Campuzano, académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, informó que en México se han reportado casi 357 mil casos de VIH / SIDA, de los cuales 227 mil están vivos y reciben medicamento.

Destacó que esta cifra se considera baja, ya que equivale al 0.3% de los habitantes y su contagio se concentra en personas homosexuales y en usuarios de productos intravenosos.

Esto, en comparación con otros países como Trinidad y Tobago, que se ubica en casi 50 por ciento, o en África subsahariana con cifras aún más altas.

“Estamos mejor que Centroamérica y adelante de muchos países de Sudamérica, comentó el especialista.

Mencionó que la baja prevalencia se debe, en mucho, al trabajo que realizan las organizaciones civiles, implementando campañas de información sobre al enfermedad, de detección temprana y apoyando en el control de la enfermedad.

Durante mucho tiempo, la enfermedad fue considerada una sentencia de muerte. No obstante, el especialista recordó que a pesar de que hasta el momento no hay una cura clínica ni una vacuna, se puede llevar acabo un tratamiento especializado, con el cual la persona podría vivir de manera muy similar al resto de la población.

Explicó que esto se debe a que las personas infectadas con el VIH mueren en su mayoría por otra enfermedad, aunque la principal asociada a este virus es la tuberculosis, pero el tratamiento puede evitar el desarrollo de estos padecimientos alargando la esperanza de vida de los pacientes.

Subrayó que el tratamiento incluye varios tipos de antirretrovirales. Actualmente, se consumen dos o tres cápsulas al día de medicamentos combinados, mientras que en décadas pasadas eran entre 10 y 12 pastillas cada ocho horas.

Sin embargo, resaltó que “el problema es que no toda la gente tiene acceso al tratamiento”, pues al día de hoy solo hay 80 y 85 por ciento de cobertura en México (incluyendo servicios del IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA y otros), generando que quienes no toman medicamento desarrollan SIDA, por lo que hizo un llamado a “redoblar esfuerzos”.

De acuerdo con el experto, algunas organizaciones continúan el trabajo preventivo e informativo, además de que en el país hay 54 centros ambulatorios del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA que brindan atención directa a la población afectada, aunque reconoció que se requiere de un mayor número.

El especialista refiere que en el caso del VIH hasta ahora no es viable una vacuna. “En 2019 se hizo un intento con la vacuna MOSAICO, que se probó en ocho países (entre ellos México) e incluía antígenos de muchos virus, pero se suspendió en 2021 el proyecto porque confería muy poca inmunidad”.

Actualmente, la ONUSIDA tiene en funciones la Estrategia 90-90-90, que inició hace 15 años, la cual tiene como objetivo que 90 por ciento de las personas infectadas en el mundo conocieran que estaban contagiadas; que 90 por ciento de ellas estuviera bajo tratamiento antirretroviral, y que de estas el 90 por ciento tuviera cargas virales indetectables (lo que significa una enfermedad no transmisible).

“Actualmente en varios países vamos en 95-95-95, pero aún no llegamos a 90-90-90 en otros, y la meta es para 2025. Si lo logramos, se piensa que para el 2030 ya no habrá transmisión del virus.

“Es una meta muy ambiciosa, pero si la logramos quienes viven con VIH y están bajo tratamiento van a tener una vida normal, y esperaríamos que para 2050 se erradique”, precisó.

Finalmente, el experto exhortó a que se den a conocer los métodos de transmisión, mantener la mentalidad de cuidarnos siempre de todas las enfermedades y respetar las medidas de higiene, que son las más eficaces para prevenir diversos padecimientos.

“Si se tiene alguna duda, por ligera que sea, es importante hacerse una prueba, que es 99 por ciento segura”, concluyó.