UNAM solicita apoyo financiero para investigaciones sobre hallazgos sismológicos

Los sismólogos implementaron un monitoreo sismotectónico que permitirá crear estrategias para prevenir los daños por fenómenos naturales

Compartir
Compartir articulo
Víctor Cruz Atienza la utilidad del monitoreo sismotectónico

Algunos sismólogos del Instituto de Geofísica (IGEF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) solicitaron financiamiento para el monitoreo de la rotación del fondo oceánico, un dato que ayudará a comprender el origen de los tsunamis y pronosticar (a futuro) los sismos de gran magnitud, esto permitirá generar estrategias para la prevención de daños por fenómenos naturales.

El apoyo que requiere la UNAM es de USD 6.5 millones, lo que equivaldría a 114 millones 82 mil 800 pesos mexicanos.

A través de una conferencia, José Luis Macías Vásquez, director del IGEF; Víctor Manuel Cruz Atienza, del Instituto de Geófísica y Vladimir Kostoglodov, jefe del departamento de Sismología, expusieron la importancia del hallazgo y la pertinencia de que se obtenga un financiamiento adecuado.

Vladimir Kostoglodov explicó en qué consiste el estudio de sismos lentos

“Tenemos la oportunidad —si tuviéramos los recursos—, de monitorizar esa actividad y poder generar medidas preventivas, tenemos muchos desarrollos también al respecto muy interesantes si se contara con un apoyo financiero que esté a la altura de lo que México requiere”, detalló Víctor Manuel Cruz.

El método matemático y compuacional que se implementó se llama ELADIN (Elastostatic Adjoint Inversion, por sus siglas en inglés), el cual permite determinar el deslizamiento lento y el acoplamiento de la interfaz de placas a partir de mediciones geodésicas en superficie.

El financiamiento que requiere la UNAM para el monitoreo de movimiento océanico es de 6.5 millones de dólares (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)
El financiamiento que requiere la UNAM para el monitoreo de movimiento océanico es de 6.5 millones de dólares (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)

“Es muy robusto y poderoso. Lo desarrollamos liderados por Josué Tago Pacheco, geomodelador y profesor de la Facultad de Ingeniería. Posee cualidades únicas adaptadas para responder a nuestras interrogantes”, explicó Víctor Manuel Cruz Atienza.

Aunque actualmente no se pueden predecir los sismos, estas observaciones permitirán pronosticarlos gracias a la detección de los movimientos del fondo oceánico tras un sismo lento, pues se han producido esta clase de fenómenos antes de terremotos devastadores, esto ha ocurrido al menos seis veces en la costa de Oaxaca y Guerrero.

Aunque aún no se pueden pronosticar los sismos, este monitoreo permitirá crear estrategias preventivas y pronosticarlos a futuro (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)
Aunque aún no se pueden pronosticar los sismos, este monitoreo permitirá crear estrategias preventivas y pronosticarlos a futuro (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)

“En nuestro país se suscitan notablemente al sur del territorio con cierta periodicidad, cada 3.5 años en Guerrero y 1.5 en Oaxaca, aproximadamente”, se pudo leer en un comunicado, es importante mencionar que en este país, los deslizamientos de la corteza terrestre duran entre seis y ocho meses de forma imperceptible. Las placas tectónicas que atraviesan México son la de Cocos, que es oceánica y la de Norteamérica, que es continental.

El monitoreo de los movimientos sismotectónicos permitió que el equipo de investigadores pudiera notar un patrón, es decir, hay movimientos telúricos que se han reportado después de un sismo lento, así lo explicó Víctor Manuel Cruz Atienza en la conferencia México, primer país del mundo en medir la rotación del fondo oceánico producida por sismos lentos:

“Los sismos lentos parecieran una condición necesaria, más no suficiente, para la ocurrencia de un terremoto; es decir, ha habido, desde que fueron descubiertos en 1997, algunos sismos lentos antes de terremotos”. Sin embargo, no siempre se ha presentado un sismo devastador después de estos, de ahí que el monitoreo con este tipo de redes, que es la punta de lanza en la sismología actual, es el insumo que se requiere para poder identificar fenómenos que puedan, eventualmente, indicar la posibilidad de que pudiera registrarse un terremoto”

Estos datos se obtuvieron en la Brecha Sísmica de Guerrero, sitio en el que se instalaron estaciones geodésicas en el fondo marino, entre los aparatos destacan los inclinómetros que miden el movimiento del fondo oceáno.

Se realizaron siete campañas oceanográficas en el buque El Puma (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)
Se realizaron siete campañas oceanográficas en el buque El Puma (YouTube/@UNAMGlobalTV//areas.geofisica.unam.mx)

El director del IGEF, José Luis Macías, mencionó que el financiamiento de este proyecto estuvo a cargo de diversos apoyos entre los años 2016 y 2022. “Este resultado fue posible dentro de un proyecto de la UNAM que funcionó de 2016 a 2022 y fue una cooperación internacional entre el Instituto de Geofísica de la UNAM y la Universidad de Kioto, Japón. El proyecto tuvo un financiamiento de 6.5 millones de dólares, dos terceras partes proveídas por Japón y una tercera parte por México, a través de instancias como CONACYT (hoy CONAHCYT) y la UNAM”, detalló.