Cuál era el restaurante de lujo donde fue asesinado un presidente mexicano

Un lujoso establecimiento y la historia de una monja que planeó uno de los asesinatos más famosos de la historia de México

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La Bombilla, escenario de un sangriento episodio de la historia de México


 (foto: INAH/ Wikicommons)
La Bombilla, escenario de un sangriento episodio de la historia de México (foto: INAH/ Wikicommons)

A la clase política mexicana siempre le ha gustado reunirse en lujosos restaurantes para hablar del destino del país. Hay ciertos lugares de la ciudad que tienen más de una anécdota que contar. El restaurante de La Bombilla, ahora extinto, fue testigo del asesinato de un importante presidente de México.

La Bombilla abrió en el año de 1925, en una zona exclusiva donde las familias de clase alta solían pasear. Perteneció a Emilio Casado Medrano, un español proveniente de Bilbao, quien llegó al país en 1911. El restaurante se encontraba en la municipalidad de San Ángel, donde había otros establecimientos de lujo como el Guadalupe Inn.

Este no fue el primer restaurante que Emilio Casado abrió en México, pues antes del éxito del lujo de La Bombilla, abrió el Café Madrid, en el Centro Histórica de la Ciudad de México. Se trataba de un lugar mucho más económico que el restaurante al aire libre que después fue escenario del asesinato de Álvaro Obregón.

El restaurante La Bombilla se convirtió en una absoluto éxito. Según cuentan, el lugar estaba provisto por verdes y frescos jardines, un pequeño río (puente rústico incluido), quioscos, salones para cantinas y banquetes, y largas mesas donde los políticos más importantes de México degustaban lujosos platillos.

Foto: Mediateca INAH.
Foto: Mediateca INAH.

Versiones sobre el origen del nombre del restaurante hay varios. Por ejemplo, hay quien cuenta que, en cierto lugar del restaurante, colgaban algunas bombillas de luz cálida que dotaban de un aire mágico al lugar cuando el sol se ponía y la luna brillaba en el cielo. También, se dice que, al ser su dueño un español, quiso traer un poco de su tierra a México, y nombró a su restaurante como un parque que había en su país.

El negocio, administrado por Casado y su hermano, Federico, atrajo a la prensa mexicana durante su inauguración. Absolutamente todos los meseros eran inmigrantes españoles. Pronto, el sitio se convirtió en uno de los lugares de convivencia social favoritos para la crema y nata del país, incluido, el presidente, quien falleció el 17 de julio de 1928.

Actualmente, el negocio ya no existe; sin embargo, en su lugar, se alza el Parque de La Bombilla.

Cómo fue el asesinato de Álvaro Obregón

La Bombilla era la sede de una comida celebrada en honor de un nuevo triunfo electoral del General Álvaro Obregón. Rodeado de diputados, el presidente degustó especiales platillos. Un dibujante extraño, de nombre José de León Toral, se acercó a la mesa para plasmar a los comensales en su cuaderno.

Toral estaba nervioso, sin embargo, nadie en la mesa pudo notarlo. Aarón Sáez, un obregonista, fue quien vio cierto dejo sospechoso en el semblante del dibujante. El hombre se acercó a Obregón para dibujarlo. Después, cuando tuvo un boceto decente, mostró el dibujo al general.

El hombre que fungió como presidente de México hasta 1924, no tuvo tiempo de reaccionar al arte que León Toral había hecho en su honor, pues el dibujante sacó un arma y disparó en seis ocasiones sobre su rostro y tórax. Álvaro Obregón murió en La Bombilla y se escribió un nuevo capítulo sanguinario en la historia del país.

Retrato de Álvaro Obregón por José de León Toral (Foto: Wiki Commons)
Retrato de Álvaro Obregón por José de León Toral (Foto: Wiki Commons)

Hasta hoy en día todavía hay cierto misterio alrededor de la muerte de Álvaro Obregón. La versión más aceptada dice que, al ser Obregón un anticlerical declarado, enfocado en alejar a la Iglesia Católica de las decisiones políticas del país, hizo más de un enemigo del clero.

La Iglesia Católica se deslindó de su asesino, quien al parecer, habría actuado bajo las ordenes de La Madre Conchita, quien permaneció 20 años en prisión (la pena máxima otorgada a las mujeres durante aquellos años) en las Islas Marías; también fue excomulgada y después se casó. Toral, por su parte, recibió la pena de muerte.