Quién fue el ladrón más famoso de la época de Porfirio Díaz

El porfiriato fue un periodo caracterizado por la desigualdad que se vivió; en los caso de extrema pobreza surgieron múltiples bandidos que dejaron huella en el imaginario mexicano

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El ladrón más famoso durante el porfiriato (INAH)
El ladrón más famoso durante el porfiriato (INAH)

Durante el gobierno de más de 30 años que sostuvo Porfirio Díaz a finales del siglo XIX y principios del XX, tuvieron lugar destacados bandidos, cuyas hazañas quedaron para la posteridad. Algunos de ellos, incluso, fueron considerados como la versión mexicana de Robin Hood.

Fue en ese concepto de extrema desigualdad que algunos ladrones lograron destacar. Hubo quien lo hizo por robos particulares o su forma de hurtar, y otros, por alguna singularidad, como sus múltiples de fugas. Tal fue el caso del afamado criminal conocido como El Tigre de Santa Julia.

Se trata de un bandido originario de Guanajuato. Pese a que no se sabe a ciencia cierta su fecha de nacimiento, se especula que data de1873; es decir, a unos cuantos años del comienzo del primer mandato presidencial de Díaz Mori, quien subió a la presidencia en 1877.

Durante el porfiriato apareció El Tigre de Santa Julia (Foto: Mediateca/INAH)
Durante el porfiriato apareció El Tigre de Santa Julia (Foto: Mediateca/INAH)

La historia de José de Jesús Negrete Medina, nombre real del Tigre, se forjó al margen de las instituciones de seguridad del gobierno porfirista. Su padre fue José Guadalupe Negrete, un agente rural, quien se encargaba de la seguridad de caminos, pueblos y haciendas. No obstante, dicha fuerza también cobró relevancia debido a su grado de represión.

Fue en ese sentido que Jesús Negrete, por inspiración de su padre, se unió al Ejército mexicano, de donde fue expulsado en 1904. De acuerdo con diversas teorías, su expulsión fue por motivo de su analfabetismo o de un robo al cuartel de Tacubaya. Es incierto. Lo que es un hecho es que a su salida del cuerpo militar, se acercó a la vida delincuencial.

En aquel entonces cambió su residencia a la Ciudad de México, donde vivió en el Barrio de Santa Julia (actualmente la colonia Anáhuac), en la alcaldía Miguel Hidalgo. Ahí fue cuando emprendió el asalto a la Hacienda de Aragón con ayuda de unos colegas; sin embargo, fueron atrapados y encarcelados.

Jesús Negrete fue fusilado en 1910 en la cárcel de Belén (foto: DeGolyer Library, Southern Methodist University)
Jesús Negrete fue fusilado en 1910 en la cárcel de Belén (foto: DeGolyer Library, Southern Methodist University)

Logró escapar de la penitenciaría de Belén al matar a dos guardias. A partir de ese momento fue llamado El Tigre de Santa Julia y se convirtió en uno de los ladrones más sanguinarios y violentos de sus tiempos. En calidad de prófugo asaltó el edificio de correo y un parque de artillería, donde mató a varios oficiales.

Sus hazañas le valieron protagonismo en los medios nacionales, en las que se exageraban sus incursiones, principalmente sus métodos de escape. Tomó fama de mujeriego y conquistador e incluso le escribieron un corrido, al llegar a ser uno de los criminales más buscados por la justicia porfirista.

De acuerdo con la leyenda, fue una de sus bandoleras la que lo delató en un ataque de celos. La policía lo sorprendió un 30 de mayo de 1906 cerca de su casa ubicada en el Callejón del Nopalito, Tacubaya. Según fue increpado defecando, lo que dio pie a la frase “te agarraron como al Tigre de Santa Julia”.

El Tigre de Santa Julia (INAH)
El Tigre de Santa Julia (INAH)

Fue recluido —nuevamente— en la Cárcel de Belén. Pese a varios amparos que promovió para salvarse de la muerte, al final recibió una condena fatal. El 22 de diciembre de 1910, a días del comienzo de la Revolución Mexicana, el Tigre de Santa Julia recibió varios tiros.

Luego de 4 años tras las rejas, fue escoltado por más de 40 gendarmes y llevado al campo de fusilamiento. Los encargados de su muerte fueron los gendarmes José Palacio, Víctor Terán, Dolores Valdivia, Luis Bretón y el cabo Tirso López.

Pese a su trágico fin, la historia de su vida fue inmortalizada por primera vez en la película El tigre de Santa Julia de 1973, dirigida por Arturo Martínez. Ya en el siglo XXI se realizó una segunda adaptación con el mismo título, a cargo de Alejandro Gamboa, con la participación de Miguel Rodarte, Irán del Castillo, Ivonne Montero y Fernando Luján.