El castillo de Monzón (Huesca) es uno de esos rincones en donde el mito se une con la historia. Para entenderlo hay que atender a El Cantar del Mío Cid. En él se relatan las batallas que libró Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. También sus luchas, sus victorias, su exilio y su retorno. Se trata de una de unas de las obras más leídas de la literatura española y en su relato, tal y como ocurre en este castillo, la ficción se mezcla con la verdad.
Y es que el castillo de Monzón es uno de los tantos lugares por los que pasó Rodrigo Díaz de Vivar. Pero no sólo pasó por él, sino que se piensa que en él dejó su famosa espada Tizona, que desde entonces fue custodiada en la fortaleza por parte de los templarios. En la actualidad el castillo ha sido declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.
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La historia del castillo de Monzón
El misterio forma parte de la historia de este castillo. Está fechado en el siglo X y es de origen musulmán. Pronto cambió de manos durante el periodo de la Reconquista y pasó a control cristiano.
Posteriormente, la Orden del Temple adquirió la propiedad y realizó importantes modificaciones que transformaron la estructura. Así, fue sede de la principal encomienda templaria de la Corina de Aragón desde el año 1143. El rey aragonés Jaime I pasó parte de su infancia en este castillo, siendo educado entre 1214 y 1217 por Guillém de Montrodón, maestro de la Orden del Temple.
Ahora bien, su aspecto actual corresponde al siglo XVIII, que fue cuando se convirtió en una verdadera fortaleza militar. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido un punto estratégico en numerosos conflictos, incluyendo la Guerra de los Segadores, la Guerra de Independencia y la Guerra Civil Española. Estos enfrentamientos dejaron una huella imborrable en el fortín, que aún se erige como testigo de la historia de un país.
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Entre sus principales estancias se encuentra la Sala capitular-refectorio, que es el espacio que más impresión da del edificio. También está la torre del Homenaje, erigida entre los siglos IX y X, que servía como último refugio para los defensores de la fortaleza. Además, la estructura incluye el Templo, o Iglesia de San Nicolás, que destaca por su riqueza en elementos románicos y ciertas influencias góticas.
Por último, se encuentra la Torre de Jaime I, conocida por albergar las cárceles de la Encomienda, junto con las caballerizas y dormitorios. En su interior también se localiza un centro de interpretación que sumerge a los visitantes en el día a día de los monjes-guerreros templarios.
Cómo visitar el Castillo templario de Monzón
Para aquellos interesados en visitar el Castillo de Monzón, las reservas para las visitas guiadas pueden realizarse contactando al número 974 41 77 91. El coste de la entrada general es de 3,5 euros. El castillo abre sus puertas los martes de 16:30 a 19:30 y de miércoles a domingo en horarios de 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 19:30 horas.