
Convertirse en jugador de fútbol profesional es un sueño que muchos niños y niñas tienen cuando son pequeños, pero también cuando van avanzando a lo largo de las distintas categorías. Sin embargo, es una aspiración que solo unos pocos llegan a conseguir y este es precisamente el caso de Francisco Ortuño, la joven promesa del Valladolid. Con tan solo 21 años tiene claro que su presente y futuro más inmediato está sobre el verde. Aunque también es consciente de que su carrera como jugador profesional de fútbol acaba de forma prematura, entre los 35 y 40 años. Por lo que ha decidido labrarse un plan B para cuando llegue el momento de colgar las botas.
El futbolista vallisoletano cuenta con cuatro empresas que generan millones de euros, las cuales pertenecer a diversos sectores, desde los fondos de inversión e inteligencia artificial a educación en e-commerce o bienes raíces. En una entrevista en El Larguero ha detallado: “Todavía no me considero ni millonario ni nada, pero es verdad que a las empresas van bien y es un hobbie que actualmente tengo. Ahora mismo tenemos cuatro empresas activas y están yendo muy bien”. Según ha explicado el joven en la entrevista, empezó con 17 años con la primera empresa y “fue relativamente bien”. Tras ello comenzó a investigar. “Al fin y a cabo, por la mañana entreno y me dedico solo al fútbol, y por la tarde es más liviano y sobre todo puedo dedicarme a las empresas gracias al equipo que tengo”, detalló.
Sus empresas y el deporte constituyen actualmente su vida, lo que le acompañan día a día y a lo que dedica su tiempo y que le han acompañado en los pasos que ha ido dando, como el fichaje por el Real Valladolid en enero de este año, procedentes del Linares, que estaba en Primera RFEF. Un gran salto en su carrera futbolística que comenzó entre el Jaén y el Marbella, equipo del que se fue siendo el capitán y la estrella.

Ortuño es consciente que vive una situación privilegiada, algo de lo que no disfrutan sus amigos, quienes no han sido capaces de dar el salto a Primera RFEF. Lo cierto es que a este joven empresario también le gusta hablar con sus compañeros, según detalló el diario As, sobre cuestiones económicas y empresariales. Aunque el fútbol y sus empresas no es lo único a lo que dedica su tiempo, sino que también estudia ingeniería mecánica.
La asociación con varios empresarios y su base empresarial en Dubái
A los 17 años, poco después de que montara su primera empresa decidió venderla por 100.000 euros, iniciándose así en el mundo del e-commerce. A partir de ese momento, decidió asociarse con otros empresarios con el fin de expandir sus inversiones de manera exponencial. Cabe destacar que la base empresarial de Ortuño se encuentra en Dubái, un movimiento que le proporciona acceso a fondos privados de personas con alto poder adquisitivo. Además uno de sus negocios más destacados es la venta de aceite exclusivo a clientes selectos a precios elevados.
Ahora su desembarco en segunda división de la mano del Valladolid le dará mayor visibilidad y puede que decida expandir sus negocios. Aunque lo cierto es que también deberá dedicar gran parte de su tiempo al fútbol.
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