Simeone y el director deportivo del Dortmund se encaran en pleno partido

La noche del miércoles el Cívitas Metropolitano acogió un duelo entre dos equipos cuyas aficiones, posiblemente, sean de las más reconocidas. Los seguidores del Atlético de Madrid acompañan a su equipo por todas las partes del mundo, con el ‘dale, dale, que alguna cae’ como mantra. Pero los aficionados del Borussia Dortmund no son menos. Abarrotaron el centro de Madrid y escoltados por la policía se dirigieron al estadio para afrontar el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Fueron De Paul y Lino, los que anotaron para el Atleti, y Haller el que recortó la distancia, dejando los cuartos todavía vivos en Alemania.

Sin embargo, más allá de la rivalidad propia de un partido en el que hay mucho en juego y entre dos equipos que tienen dos de las mejores aficiones del mundo, sino las mejores, hubo algún que otro encontronazo, incluso fuera del terreno de juego, aunque sí a pie de campo. La falta sobre Emre Can por parte de De Paul, que lo dejó tendido en el verde, encendió al directivo del conjunto alemán, Sebastian Kehl. Este se dirigió al banquillo rojiblanco protestando por la continuación de juego por parte de Morata. Ante esto, el entrenador argentino salió al paso, quedándose encarados durante unos segundos. Empujones, disputa y enseguida Nelson Vivas, segundo del Atlético, y el delegado Pedro Pablo Matesanz acudieron para intermediar y separar a ambos. La cosa no pasó a mayores.

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El Cívitas se convirtió en un auténtico desafío para el equipo de Terzic, que se presentó sin las debidas precauciones. Con Hummels en defensa, Sabitzer y Emre Can dirigiendo el juego, Sancho y Adeyemi aportando velocidad y Füllkrug en el remate. El error de Maatsen, tras un pase de Kobel, el portero menos batido de la Champions hasta su visita al Metropolitano, propició que De Paul marcara fácilmente, acabando con la resistencia del suizo. Sin embargo, el fervor de la afición no disminuía. La insistencia de Simeone se reflejó en el ímpetu de los suyos desde el inicio.

Witsel destacó en un saque de esquina con un remate de espuela, pero Kobel intervino. Morata, evitando el fuera de juego, falló en el mano a mano, anticipando lo que podría haber sido. A pesar de ello, el Atlético se lanzó hacia adelante, logrando un pase decisivo de Griezmann que Lino no desperdició. El Borussia mantuvo la posesión, pero sin efectividad. Terzic necesitaba un cambio para desafiar a Oblak, y ese cambio llegó con Julian Brandt, el principal asistente y uno de los máximos goleadores del Dortmund. Pese a ganar terreno, sus intentos se vieron frustrados por disparos sin peligro ante Oblak.

Lo negativo es que es el Atlético se acomodó en su área y estuvo cerca perder en 10 minutos todo ganado en 80, porque Haller había recortado distancias a la media vuelta y el Borussia apretaba. Lo que estuvo cerca de finalizar 3-0, casi acaba 2-2, los giros inesperados de la Champions, ya saben. El Atlético irá a Alemania a jugarse la temporada, con mínima ventaja, pero ventaja al fin y al cabo, y con el ‘Dale, Dale, que alguna cae’ como mantra. Los rojiblancos y, especialmente Simeone, seguirán ahí, hasta que caiga. Cuatro partidos deben derribar.