Los forenses del crimen de Velle descartan el brote psicótico: "Sabía que lo que hizo no estaba bien"

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La Audiencia Provincial de Ourense ha albergado este miércoles la última sesión por el crimen de Velle, sucedido la noche del 19 de febrero de 2021, cuando Diego hirió de gravedad a su primo y mató a la pareja de este. El acusado padece una esquizofrenia paranoide crónica, pero para los forenses que han declarado como peritos "no tenía una ruptura total con la realidad" y "sabía que lo que hizo no estaba bien".

"Estaba tranquilo", así han dicho los forenses que encontraron al acusado al examinarlo horas después de que hubiesen atacado con un cuchillo a su primo y a la novia de este en su vivienda en Velle.

Los profesionales del Imelga consideraron que "tenía las capacidades modificadas", pero no anuladas a causa de su enfermedad, pues aseguran que en términos técnicos su actuación "estaba escasamente afectada". "Pudo tomar otra decisión, pudo haber actuado de otra manera", han defendido los peritos afirmando que "la ejecución fue normal". "Piensa, planifica, ejecuta, pone una excusa, lo niega; sabía que lo que hizo no estaba bien", opinan estos forenses.

SIN "RUPTURA TOTAL CON LA REALIDAD"

El acusado tras el crimen salió de la vivienda, tiró el cuchillo --que empleó para dar 3 puñaladas a su primo y 17 a su novia-- a una finca próxima, regresó a su domicilio, desactivó la alarma, se quitó la ropa y se metió en cama.

Los médicos "no" apreciaron "una ruptura total con la realidad". "No encontramos datos que nos hagan pensar que tenía un brote agudo", han expresado para añadir que, pese a haberlo intentado, no hallaron "un desencadenante claro". "Este hecho es puntual y distinto a los episodios agudos" descompensatorios previos, valoraron.

En la misma línea se ha mostrado otra especialista del Imelga, una psicóloga que se entrevistó con el acusado y que detectó una sospecha de "simulación" de sus síntomas en las respuestas a un test.

El único que no ha concordado con estas premisas ha sido un psiquiatra citado como perito por la defensa. Para él en la conducta del acusado "hay de todo menos estrategia" y además subrayó que "tenía una percepción delirante del entorno", ya que llevaba meses sin tomar su medicación.

SOLICITUD DE 24 AÑOS DE CÁRCEL

Tras las declaraciones de los peritos ha tenido lugar la intervención de cada una de las partes con sus conclusiones. Todos han elevado a definitivas sus peticiones. La Fiscalía solicita 24 años de prisión y concede atenuante debido a la patología mental, mientras las dos acusaciones particulares piden pena de prisión permanente revisable por los delitos de asesinato y asesinato intentado y además aprecian los agravantes de alevosía --al igual que Fiscalía-- y ensañamiento. Por su parte, la defensa busca una eximente completa o al menos incompleta.

"No perdió la consciencia, tenía comprensión", ha asegurado la fiscal que se ha amparado en las explicaciones de los forenses, reiterando que hubo planificación y ocultación posterior. "Planifica, aprovecha la noche, encierra su madre, le da una excusa cuando vuelve, desconecta la alarma, se deshace del cuchillo y de la ropa", ha enumerado la fiscal que comparó la situación de esa noche con varios episodios del acusado que sí requirió ingresos hospitalarios previos, entre los años 2013 y 2019, en cambio tras esa noche los forenses han declarado que estaba "normal".

"Sabía lo que hacía y sabía que lo que había hecho estaba mal", considera la fiscal que ha recordado que la alteración psíquica debe ser tenida en cuenta como atenuante, pero "podría haber evitado la comisión del hecho".

El letrado de la acusación particular que representa a los padres y a la hermana de la asesinada no cree que su padecimiento mental deba ser un atenuante. "Sabía lo que hacía, planificó y trató de eludir su responsabilidad", ha manifestado. "Son una familia destrozada, quieren que se haga verdadera justicia. El acusado les ha infringido un gravísimo daño", ha sostenido el abogado.

En su informe final ha apuntado que el acto criminal "fue con intención", "sabía lo que hacía y conocía las consecuencias". Además ha señalado que "nadie ha podido probar que tuviera un brote psicótico" y tenía "la inteligencia conservada" y una "capacidad perfecta" en ese momento.

Tras el crimen, al volver a casa, al acusado le saltó la alarma y fue capaz de mantener una conversación coherente con el representante de la compañía que lo llamó. Le pidió su identificación y una vez que la tuvo dio la clave de su casa; una combinación numérica de nueve dígitos. Para el abogado es otra prueba más de que se encontraba en plenas capacidades.

"TIENE QUE RESPONDER ANTE LA SOCIEDAD"

En la misma línea se ha posicionado la abogada del superviviente, sosteniendo que "fue un ataque absolutamente premeditado" de "forma totalmente desmedida y con absoluta frialdad". "No remató a Álvaro porque lo dio por muerto. Planificó antes y planificó después", considera la letrada subrayando que "era perfecto conocedor de lo que hacía" y que "no presentaba desorganización mental", por lo que ha pedido "todo el peso de la ley".

Por su parte, la abogada defensora no ha discutido que su patrocinado fuese quien atacó a la pareja, pero sí que lo hiciese con premeditación, con ensañamiento o con alevosía. Para ella, "Diego no es un criminal, es un enfermo muy grave".

"Los hechos fueron gravísimos, pero hacer justicia también es tener en cuenta la situación. No puede ser condenada una persona que actúa con maldad igual que una que lo hace fruto de su enfermedad", ha defendido la letrada que sostiene que el acusado, que además de la esquizofrenia sufre una discapacidad del 69%, "no era consciente" de lo que hacía.

"Se monta una película a su alrededor y empieza a tener miedo", opina la abogada para la que la "distorsión" de la realidad "fue el caldo de cultivo, una bomba de relojería que salió por donde salió, por desgracia, esa noche".

Defiende que tras todo lo sucedido dejó pasar sin problemas a los agentes y facilitó el registro de la vivienda sin una orden judicial. "A mí esa normalidad no me parece que sea normal", ha concluido la letrada que ha pedido "atender a las condiciones peculiares" del caso.

Así las cosas, el jurado popular, compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, recibirá este jueves, 21 de noviembre, el objeto de veredicto y empezará a deliberar.