Jairo Zaval, Depedro: "Soy de juntar puzzles emocionales"

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Cádiz, 23 ago (EFE).- El músico Jairo Zavala, Depedro, recorre este verano los escenarios nacionales con su nuevo disco, 'Un lugar perfecto', en el que plasma un nuevo viaje sonoro y anímico. "Soy de juntar puzzles emocionales", dice en una entrevista con EFE.

Depedro llega este sábado a las 'Royal Hideway Session', un ciclo musical que los veranos se celebra en  el auditorio del hotel del mismo nombre, en colaboración con el Festival Internacional de Jazz de Vejer (Cádiz).

Su voz y su guitarra recorrerán las canciones de su nuevo trabajo discográfico, en las que sonidos de Latinoamérica, África, el Mediterráneo y Estados Unidos acompañan unas letras en las que el músico madrileño no deja escapar la esperanza.

"Ver el vaso medio lleno me empuja", comenta este compositor que cree que mantener viva la esperanza, como una resistencia, es "muy importante" y depende de cómo uno establezca su mirada: "Si levantas la cabeza hacia el espejo, siempre se puede ver algo bueno, yo lo quiero ver así".

Jairo Zavala se crió en el barrio madrileño de Aluche y allí aprendió a tocar la guitarra. "Tenía una pasión sobre todo por escuchar música, era una parte muy importante de mis días".

Con su guitarra ha hecho "un viaje musical paulatino" hasta que a los 18 años, mientras compaginaba estudios y otros trabajos, ya tenía claro que quería intentar dedicarse a la música.

"Tenía mucha inquietud y curiosidad, mi primer movimiento diario era alimentar esas curiosidad musical. Tocar con la mayor cantidad de músicos que podía", cuenta.

Así se implicó en varias bandas a la vez. En 2007 empezó su carrera en solitario bajo un proyecto al que bautizó Depedro.

"Tenía canciones que no tenían marco en una banda, tenían una voz propia. El nombre Depedro no tiene ningún tipo de historia mágica. No quería poner mi nombre, no sabía si iba a estar solo en el proyecto o iba a acompañarme más gente. El diálogo musical ha estado siempre en todos mis pasos", ha indicado.

De una de sus muchos diálogos musicales, con Amparanoia, surgió otro que ha marcado su carrera, con la banda de Arizona Calexico.

Con su apoyo grabó su primer disco 'Depedro'. Con ellos, y su sonido fronterizo grabó siete discos y ha hecho conciertos "por todo el planeta durante doce años".

"Desde el 2018 no toco regularmente con ellos, porque Depedro me ocupa mucha energía", explica.

Aquel año publicó 'Todo va a salir bien', una frase que suele repetir antes de cada concierto. En él se rodeó de artistas y bandas como Fuel Fandango, Vetusta Morla o Luz Casal para hacer nuevas versiones de sus canciones.

Cuenta que su nuevo disco tiene "un elemento diferenciador" porque es la primera vez que delega la producción. La ha delegado en alguien que admira "mucho", el músico venezolano y residente en México Gustavo Guerrero.

"Ha sido muy interesante el proceso de vestir las canciones. Le pasé las maquetas desnudas y él sugirió arreglos de cuerdas. Le ha dado mucha madera y mucho cuero", explica.

"He tenido el lujo también de contar en dos canciones con Kilema", un músico de Magadascar con el que ha recorrido el país africano para grabar el documental 'Funantenana. Música para la esperanza', que se preestrenará en septiembre en Madrid y en octubre en Granada.

Para grabar este proyecto impulsado por la ONG 'Agua de coco" hizo un viaje en el que vio "realidades inimaginables para nuestra mirada europea" y comprobado que "hay muchos mundos".

La ONG ha impulsado allí un coro niños "en situaciones de exclusión social absoluta" y para los que la educación musical "es una herramienta que sobre todo les hace pensar que valen para algo, que tienen capacidad para cambiar su vida".

Ha sido un viaje emocional que se ha integrado "en la identidad sonora de Depedro", una identidad que se alimenta de "la constante curiosidad" de ese músico al que le gusta "salirse de la zona de confort" y dialogar con otros músicos.

"Las colaboraciones son algo muy natural en la música, yo lo he hecho toda la vida. Es una forma de aprender el ver cómo suena tu música en manos de otro, la curiosidad de compartir. La música siempre demuestra que la suma de las partes siempre hace más", afirma. EFE

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