Más de 25.000 personas hacen vibrar La Romareda en la final de la Copa de la Reina

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Zaragoza, 18 may (EFE).- Zaragoza ha vivido una tarde de ensueño con la celebración de la final de la Copa de la Reina, un encuentro deportivo que ha tenido como vencedor al FC Barcelona, con una asistencia de 25.617 personas, y que ha servido como referencia para miles de niñas y niños asistentes.

Ante la atenta mirada e ilusión de los 25.617 aficionados, desde los mayores hasta los más pequeños han podido disfrutar de un fútbol de calidad, sano, feminista y empoderado, cuatro características que, tal y como ha asegurado la aficionada Beatriz, “ya era hora de que se visibilizara”.

Las jugadoras del FC Barcelona y la Real Sociedad han servido de referentes en esta final del campeonato que, además de contar con la presencia de la Reina Letizia, ha reivindicado que “el fútbol no es solo de chicos”.

Así lo ha expresado Lola, una jovencísima zaragozana de 8 años que ha asistido al partido junto a su madre: “Es mejor verlo aquí que en la tele. Es alucinante. Mi favorita es Salma Paralluelo”.

Y es que la extremo izquierda del FC Barcelona es del barrio de San José de Zaragoza, una ciudad que la ha visto crecer e iniciarse en el mundo deportivo, tanto en fútbol como en atletismo.

Aunque los 8 goles del Barcelona han ido llegando poco a poco, la famosa ola protagonizada por los aficionados no ha inundado La Romareda hasta el minuto 76, momento en el que ambos clubes se han fundido en un mismo ánimo.

“Aquí hemos venido a apoyar, sobre todo, al fútbol femenino. No somos menos que nadie. Las mujeres también podemos jugar y ver fútbol. Nos hemos cansado de estar en la sombra. Se acabó”, ha indicado Leila, aficionada de la Real Sociedad.

Porque los banderines, bufandas, camisetas y bocadillos preparados por las familias han sido protagonistas por igual en un campo dividido en azul y blanco y azulgrana, pero unido en reivindicación, ganas y espectáculo.

Desde ahora, Zaragoza se queda para siempre con esta imagen de deportividad y con el recuerdo de haber podido vivir una final del fútbol femenino, a pesar de que haya sido infravalorado durante mucho tiempo. EFE

(foto)

Nrp/ep/jl

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