Paola Cortellesi retrata el maltrato a las mujeres con los ojos del neorrealismo italiano

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Jose Oliva

Barcelona, 19 abr (EFE).- La actriz y directora italiana Paola Cortellesi retrata con los ojos del neorrealismo italiano el maltrato a las mujeres en la Italia de posguerra en su película 'Siempre nos quedará mañana', presentada en el festival BCN Film Fest y que se estrena en toda España el próximo 26 de abril.

La trama se sitúa en la Roma de los años 40, ocupada por las tropas norteamericanas, en la que resuena todavía la guerra, y se centra en una familia humilde, entusiasmada ante el inminente compromiso de la hija mayor, Marcella, que lo único que quiere es liberarse de esa familia incómoda, en la que el padre ha normalizado las palizas y el menosprecio a la madre.

"Tenía ganas de contar esta violencia doméstica, bastante urgente y dramática en Italia, donde hay un feminicidio, pero quería hacer una película contemporánea, ambientada en un pasado en el que todo esto se aceptaba, no escandalizaba y a ninguna se le pasaba por la cabeza denunciar", ha explicado Cortellesi en una entrevista con EFE.

El contraste con la actualidad, subraya la directora, permite comprobar que "han cambiado muchas cosas" y apreciar los derechos obtenidos, pero también "ver que se ha heredado esa mentalidad distorsionada que confunde la posesión con el amor y que causa todavía muchas muertes violentas".

La película, grabada íntegramente en blanco y negro, se emparenta con el neorrealismo italiano en sus primeros ocho minutos y medio -un guiño al '8 ½' felliniano- a través del formato 4:3 y de la música en "una especie de tributo a la época, de las historias que contaban las abuelas y bisabuelas, las últimas supervivientes de aquellos años, cuando las mujeres se sentaban en los patios a cotillear sin ningún tipo de privacidad".

Para facilitar el trabajo actoral y la compaginación de Cortellesi en tanto que directora e intérprete, ensayaron durante tres semanas, de principio a fin del guion, "como si fuera una obra de teatro".

Reconoce que fue un reto recrear la Roma de 1946, cuando Italia votó en referéndum la forma del Estado, monarquía o república, en el que participaron, recuerda Cortellesi, "más mujeres que hombres".

Con una recaudación de más de 36 millones de euros en taquilla y éxito en los países en los que se ha estrenado, Cortellesi atribuye esa respuesta del público al tema que trata, "un tema del que los italianos querían hablar y querían compartir, y que se produce después de que la pandemia vaciara las salas de cine y ahora, poco a poco, se estén recuperando".

A través del personaje protagonista que encarna la propia Cortellesi, la película retrata "a muchas de esas mujeres de la época que no estaban politizadas y que llegaron a tener cierta conciencia política y reaccionaron por instinto, al ver que la misma situación que vivían ellas y que aceptaban se iba a reproducir en sus hijas".

La directora renuncia en el filme a mostrar de manera explícita la violencia del marido contra su mujer, evocada en una especie de ballet: "El baile cuenta el drama de esa vida y se muestra como un ritual que ella acepta y que se repite una y otra vez, y todo punteado por una cancioncita que suena que dice que 'nadie nos puede separar, estaremos juntos tú y yo por toda la eternidad', unas palabras de amor que en ese contexto suenan a cadena perpetua, a castigo infinito", comenta.

Concede Cortellesi mucha importancia a la banda sonora, plagada de música italiana tradicional, moderna o incluso rock, porque "las canciones son mucho más potentes que los diálogos".

El final de la película intenta dar un punto de esperanza a esas mujeres que pudieron votar por primera vez en 1946, que "las liberaba de la certificación de la autoridad máxima de casa, el padre de familia". EFE.

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