Calcetín blanco, de prenda humilde a pieza de culto

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Carmen Martín

Madrid, 19 abr (EFE).- El calcetín blanco deja de ser una prenda funcional de interior y se convierte en una pieza de culto a juzgar por las propuestas que para esta temporada idean diseñadores y firmas de lujo, una moda que llega sin la etiqueta de hortera, lista para ser amada u odiada.

De olvidados de la moda a piezas imprescindibles, así se presenta la historia estilística de los calcetines blancos, una prenda que, en su día, recibió las bendiciones de Michael Jackson, Paul Newman, Audrey Hepburn o Diana de Gales. Hoy, las de Kendall Jenner, Irina Shayk y un batallón de prescriptoras de moda.

"De hecho, el actor inglés Kingsley Ben-Adir protagoniza la campaña de los emblemáticos mocasines Horsebit de 1953 de Gucci con calcetines blancos", dice a EFE la estilista y experta en comunicación de moda Pepa Fernández.

"Pero esta moda no es del todo nueva", añade Fernández, quien recuerda que firmas como Celine, Jacquemus, Chanel, Loewe, Gucci, Burberry, Marc Jacobs, Balenciaga, Miu Miu e incluso Hermès han sido algunas de las que han sacado pecho por el uso del calcetín blanco.

Los calcetines blancos han sido grandes aliados de la gran pantalla en película como 'Una cara de ángel' (1957), protagonizada por Audrey Hepburn, actriz que lució pantalón negro ajustado y calcetín blanco.

Fiel al estilo relajado y casual, a Paul Newman, que huía de las estridencias, le gustaban los calcetines blancos, que combinó con éxito con pantalones sastres, camisas, jerséis de aire deportivo o camisetas.

El actor estadounidense Steve McQueen, también un icono de elegancia masculina, no renunciaba al calcetín blanco, prácticamente siempre lo usaba, incluso con traje.

Elvis Presley o Michael Jackson han sido algunos de los artistas que se han llevado bien con esta prenda de algodón. Cuando Jackson apareció bailando el mítico 'moonwalk' con pantalones pitillo negro, zapatos de charol negro y calcetines blancos, el rey del pop los convirtió en sello de su identidad y sus 'fans' se encargaron de lucirlos por todo el mundo.

Diana de Gales también los adoraba. Los lució lisos de algodón con mallas de ciclista y también con lunares rojos combinados con una falda plisada blanca y zapatos de tacón rojos.

Una moda que también se instaló en los estilismos de tribus urbanas como los 'mods', 'raperos' o 'paninari' (jóvenes italianos pijos obsesionados con la estética norteamericana en la década de los 80).

Hace años, los calcetines blancos, prohibidos para acceder a algunas discotecas, solo eran aptos para ir al gimnasio, jugar al tenis, al croquet, al bádminton o al pádel. Sin embargo, esta temporada es imprescindible combinarlos con trajes de chaqueta, americanas, faldas o vestidos.

"Para muchos resulta irresistible combinarlos con mocasines, sandalias y zapatillas deportivas", asegura Fernández, quien añade que esta moda se ha extendido como la pólvora entre el gusto masculino y femenino.

Resulta curioso que un complemento a priori pensado para ir oculto y pasar desapercibido ofrezca tanto juego y brinde la oportunidad de conseguir un estilo más personal.

La evolución del calcetín es una de las claves más destacadas en la transformación masculina de los últimos años. Calcetín de caña alta, media caña, cortos, tobilleros e invisibles. Creativos con dedo (como si fueran guantes) o tipo pantufla (se puede utilizar como zapatilla de ir por casa). Blanco, negro o lisos de colores. Con rombos o rayas. Con animales o flores.

"Ahora los calcetines poseen un factor sorpresa interesante y muestran parte de la personalidad de quien los luce", concluye Fernández, quien asegura que son el aliado perfecto para lucirlo con sandalias de verano. EFE

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(Recursos de archivo en www.lafototeca.com código de referencia: 14744842)