Ulises Mérida, partidario del reciclaje y de que convivan tejido tradicional e innovación

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Esther García Martín

Toledo, 10 abr (EFE).- El diseñador de moda Ulises Mérida reconoce que la industria textil tiene un consumo de materia enorme para un uso a veces muy reducido, por lo que aboga por un buen sistema de reciclaje de ropa para reutilizarla, como ocurre con el papel, el vidrio o el plástico.

Sostiene, además, que los tejidos tradicionales de calidad pueden convivir con nuevos materiales que requieren menos cuidados.

En una entrevista con la Agencia EFE tras participar este miércoles en las XIII Jornadas de Diseño de la Escuela de Arte de Toledo, que se celebran con el lema 'Celebramos lo raro' y en las que imparte una charla y un taller de modelaje, el toledano Ulises Mérida explica que la tendencia lleva a que convivan los tejidos tradicionales con los materiales más innovadores, una I+D+i que correspondería impulsar a los gobiernos y las grandes empresas.

Pregunta: En la actualidad los residuos textiles se han convertido en un problema. ¿Cómo lo abordamos para que la industria siga funcionando y reduzcamos esos restos?

Respuesta: Es complicado, la textil es una industria con un consumo de materia enorme y un uso a veces muy escaso. Reducir los residuos textiles se consigue con un buen sistema de reciclaje de ropa que se convierta en nueva materia. Las grandes empresas de confección están ya apuntando hacia ello, porque son ellas mismas las que recogen el material para reutilizarlo, un poco lo que ocurre con el papel, el vidrio y el plástico. Hay que tener ese sistema inculcado en el pensamiento de la sociedad.

P: ¿Vamos hacia el uso de nuevos materiales o el aprovechamiento de los tradicionales?

R: Creo que una mezcla. Materias como la lana, el algodón, el lino o la seda tienen una serie de cualidades en sí mismas, pero también la tecnología está ayudando a generar nuevos materiales que requieren menos cuidados o son más confortables, porque la tecnología, no hay que olvidar, está al servicio de la persona. Deben convivir los dos.

P: ¿Y a quién le corresponde investigar en nuevos materiales?

R: Por un lado estarían los gobiernos con sus distintos departamentos, que tienen que apostar por las tecnologías, en este caso la tecnología textil, pero también las grandes empresas que deben tener un desarrollo de I+D-i en comunión con los gobiernos.

P: Usted presenta dos colecciones anuales, realiza vestuario de espectáculos y concurre a proyectos, ¿de dónde saca la inspiración?

R: Realmente, más que una inspiración general, lo que trabajo es cada proyecto. Depende de la idea que tengo, la trabajo de una manera o de otra. Es un continuo, estoy todo el día pensando en proyectos e ideas, y bueno, algunas ocupan más tiempo porque hay que presentarlas antes y mientras están las otras un poco en 'stand by'.

P: ¿En un algún momento siente bloqueo artístico? ¿Cómo sale de él si se presenta?

R: Sí que ocurre y en ese caso me pongo a trabajar con las manos. Hacer un trabajo más repetitivo o algo que tengo muy claro, desarrollar un patrón o un volumen. Me quito el bloqueo trabajando con las manos. Es cuando la cabeza más se desbloquea.

P: Al diseñar las colecciones, ¿en qué piensa: cómoda o guapa?

R: Prefiero que vayas cómoda y quiero que vayas guapa, porque si vas cómoda, vas guapa. La comodidad también te la da la seguridad de que ese vestido o ese color te favorece.

P: ¿Zapatos o zapatillas?

R: Pues mira, me pillas, hoy voy en zapatillas. Tengo también zapatos, y creo que ahora mismo utilizo más zapatillas que zapatos, pero es verdad que la tecnología está haciendo que los zapatos tengan ya la comodidad que tienen las zapatillas.

P: ¿Cómo elige la paleta de color de cada colección?

R: A veces son impulsos vinculados a algo que veo por la calle, una mezcla de color que me hace gracia a la que tiro una foto y veo que funciona. Otra vez son los propios tejidos. Yo al principio elijo los tejidos por el tacto, pero luego cuando los recibo con su diferente paleta de color es cuando me funciona. Y realmente no solo es el color, es ese rojo mezclado con ese fucsia, ese amarillo mezclado con ese azul. De algún modo es un poco el matiz o la relación de un tejido de un color con otro el que me hace utilizarlo.

P: ¿Cuáles son los referentes a los que acude una y otra vez?

R: Esto no lo tenía muy claro, pero ahora sí. Me di cuenta de que el rojo, el primer rojo que me impactó fue el de 'El Expolio' de el Greco, que está en la Catedral de Toledo y el otro día volví a ver. Recuerdo el morado de un vestido de mi madre cuando era pequeño. De algún modo, la infancia te marca una serie de colores que se te quedan en el ADN sin saberlo. Y luego está la investigación, me gusta sorprenderme, ver que mezclo beis con un color arena que nunca utilizaría y me parece bonito. No cerrarme a lo que ya me funciona, sino abrirme a nuevos recursos y nuevas mezclas.

P: ¿El cliente encuentra a su diseñador o este encuentra el diseño para cada cliente?

R: El diseñador proyecta sus ideas sobre la ropa y es el cliente final el que te elige a ti porque tú has contado una historia, tienes un discurso. En mi caso, es una clientela fiel, que siempre viene a mí porque sabe que el estilo que tengo es un estilo que le va y que funciona en el armario durante años.

P: ¿Percibe la moda como un arte?

R: Yo entiendo la moda como un proceso creativo del diseñador. La moda también es industria, es cultura, ayuda a cambios sociales. Es muy compleja para entenderla solamente como arte o como industria.

P: En ese sentido, ¿cuánto hay en el diseño de moda de arte y cuánto hay de empresa?

R: Bueno, al final, si realmente la empresa no funciona porque no tienes un facturado vinculado a ventas, pues no puedes crear, y si no puedes crear, pues tampoco puedes producir. Tienes que encontrar el término medio para poder mantener la creatividad sin olvidar el cliente final. EFE

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