Daniel Millor, Premio Princesa de Girona, un creador de aventuras comunitarias en barrios

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Cádiz, 20 mar (EFE).- El arquitecto Daniel Millor Vela (Alicante, 1990), Premio Princesa de Girona Social 2024, desarrolla proyectos de "artesanía social" para conectar a los vecinos de los barrios en "aventuras comunitarias" que cambian sus espacios más cercanos y con ellos sus relaciones.

Con estas palabras ha definido el propio Millor, coordinador del Programa Asertos desde Quatorze y Arquitectura Sin Fronteras, el trabajo por el que ha sido reconocido este miércoles en la XV edición de estos premios, en un acto que ha presidido en Cádiz el rey Felipe VI.

"Hay que dar la vuelta al sistema", afirma, en una entrevista con EFE este arquitecto alicantino que se define como "un caso de éxito del ascensor social".

Inició el proyecto por el que ha sido premiado en 2017 en la barriada del Cementerio de Alicante, una parte del barrio en el que él creció, de unos 600 habitantes.

Allí él y su equipo han tejido alianzas entre los vecinos, las asociaciones, los colegios y las administraciones para identificar problemas en espacios del barrio y buscar soluciones dentro del mismo barrio.

Así se constituyeron "grupitos de trabajo" que han servido para crear huertos urbanos, jardines o solucionar problemas de vivienda de los vecinos, cuenta.

"Siempre decimos que el cambio social funciona al ritmo de la confianza, tejiendo confianza", apunta.

Para este arquitecto el reto es "enorme": tres cuartas partes de la provincia de Alicante tiene algún tipo de vulnerabilidad, ya sea residencial, económica o social.

Un reto que "no se puede afrontar desde un solo actor".

Se trata de coger un sistema disfuncional, como es el sistema de la vivienda o el sistema del empleo, que no están funcionando en líneas generales, y convertirlo en un sistema funcional, con el objetivo de que "todo el mundo tenga una vivienda digna y un empleo digno con el que pagar su alquiler".

En su caso este gran objetivo lo persigue con "proyectos minúsculos" de "artesanía social" en los que los vecinos y vecinas trabajan para mejorar su entorno.

"Nosotros lo que hacemos es descubrir, conectar y movilizar los recursos que hay y, cuando faltan recursos, de manera muy puntual, aportarlos", explica.

De esta forma proyectos colectivos para mejorar deficiencias en viviendas o espacios del barrio "se convierten en aventuras comunitarias" que, según asegura, ayudan también a mejorar la salud de los vecinos y a fomentar la democracia "porque la gente participa, tiene voz, desde el interés por cambiar cosas".

Se trata de que un trabajo que favorece "que se alineen las intenciones para hacer un mundo más decente", explica. EFE

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