El futuro que imaginan los españoles queda lejos de coches voladores, hologramas o el teletransporte. La población vaticina cambios sociales y económicos en los próximos diez años y, para el 36,6% de la ciudadanía, estos serán negativos o muy negativos. Así lo refleja la quinta encuesta del CIS sobre tendencias sociales, en la que se pregunta sobre cuestiones como la igualdad, la automatización del trabajo o el futuro social y político del país y del mundo.
Para el 2035, las previsiones de los españoles no son muy positivas: auguran mayores desigualdades (64,4%) y guerras (49,8%), así como una mayor emigración de los países pobres a los más ricos (69,2%). Los conflictos armados, el hambre y la pobreza serán los principales problemas a nivel global, seguidos de la falta de trabajo, el cambio climático y la crisis económica. Será un mundo en el que la Unión Europea pierda influencia (38,8%), mientras China (77,2%) y Estados Unidos (41%) ganan fuerza en el orden internacional.
Mientras tanto, la tecnología va a avanzar, según los españoles: la ciudadanía considera que el número de robots y sistemas automáticos aumentará mucho (42%) o bastante (40,3%), especialmente en el espacios como el trabajo, la inteligencia artificial, la biotecnología o la microelectrónica. Sin embargo, la mayoría cree que estos cambios se traduzcan en un aumento del paro (55,1%), frente a un 25,8% que cree que todo seguirá prácticamente igual. Solo un 12% asegura que los robots darán más trabajo.
Un país más solitario y violento
A nivel nacional, el 79,4% de los españoles ven un país más solitario y aislado para el año 2035. Los lazos familiares se resentirán (54,9%) y se cuidará menos a los mayores (56,9%), mientras que los divorcios y separaciones irán en aumento (64,4%). Además, esperan que la natalidad siga su descenso (68,5%). Sí creen que habrá un mayor interés por la salud y el cuidado personal (71,5%) y que la gente tendrá más tiempo libre para el ocio (32,6%), si bien cada vez menos personas se sentirán realizadas o disfrutarán de su trabajo (45,1%).
En el mundo laboral, los españoles creen que habrá más teletrabajo (76,6%) y una mayor presencia de mujeres en puestos de responsabilidad (71,6%). Sin embargo, esperan mayores tasas de paro (45,3%) y que aumenten las diferencias sociales y económicas (70,4%), a la par que auguran un aumento de la delincuencia (52,7%). De hecho, el 61,6% espera que haya más violencia en los próximos 10 años. Pese a que el consumo de alcohol y el tabaco parece reducirse entre la población joven, la ciudadanía cree que en diez años la tendencia será diferente y las drogas ganarán peso (44,7%).
A nivel espiritual, habrá menos personas con creencias religiosas (46,7%) y un mayor interés por las cosas materiales (61%) y el propio éxito (54,9%). La España de dentro de 10 años será también más racista, según un 48,6% de los encuestados por el CIS, pero más integradora con las personas con discapacidad (63,9%) y tolerante con la libertad sexual (50,5%).
En cuanto a la crisis climática, creen que en 10 años el medioambiente estará más deteriorado (54,2%) y habrá cada vez más desastres naturales (67.3%). El calentamiento global también afecta a la salud: auguran más muertes por cáncer (45,7%) y epidemias graves como la de la Covid-19 (38,2%).