El Departament de Salut de la Generalitat ha detectado una serie de empadronamientos fraudulentos con el objetivo de obtener la tarjeta sanitaria individual (TSI), el documento que permite acceder a los servicios sanitarios públicos. Según ha publicado La Vanguardia, la conselleria ha enviado una circular interna a sus trabajadores del sistema de salud para advertir de estos casos, con instrucciones sobre cómo proceder al encontrarse con este fraude.
En el documento filtrado por La Vanguardia, la conselleria explica que la mayoría de estas situaciones se han detectado porque ciudadanos han recibido en su buzón tarjetas sanitarias que no correspondían a ningún miembro de su unidad familiar. “Posteriormente se ha comprobado con los ayuntamientos que correspondían a personas que se habían empadronado en la vivienda de forma fraudulenta, presuntamente aportando documentación falsa (como contratos de alquiler falsificados) a la hora de solicitar el empadronamiento”, han indicado en la circular.
En otros casos, han sido los centros de salud los que han notificado estas incidencias, pidiendo instrucciones sobre cómo actuar. En total, Salut habría descubierto una treintena de fraudes, lo cual representaría el 0,01% de las 300.000 TSI emitidas el último año. Por el momento, los casos registrados son una pequeña minoría, pero Salut reconoce una “preocupación por los efectos de estas prácticas con independencia de su magnitud, según La Vanguardia.
La Generalitat teme que se genere una “sobrecarga administrativa” para los servicios de atención primaria, “así como para los ayuntamientos”, a lo que se suma “la angustia” de los residentes y propietarios, “que se ven afectados por esta práctica fraudulenta”. Por el momento, la situación no afecta a los profesionales del sistema catalán de salud, pero sí al personal centrado en funciones administrativas.
Un fraude más allá de Cataluña
Sin embargo, el problema podría ser mayor de lo que registra la conselleria. Según La Vanguardia, el ayuntamiento de Sant Cugat tuvo que dar de baja en octubre a más de 300 personas que se habían empadronado de forma irregular en agosto. No son pocas las detenciones que han realizado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a este respecto: el pasado 16 de noviembre, la Guardia Civil arrestó a siete personas acusadas de organización criminal repartidas entre Barcelona, Castelldefels y Badalona que, entre otras actividades ilícitas, realizaban empadronamientos falsos a cambio de 15.000 euros. Para ello utilizaban la falsificación documental e incluso la usurpación de identidad de mujeres de residentes en España.
La irregularidad tampoco es exclusiva de Cataluña: en junio, la Policía Nacional desarticuló una red dedicada a estafar a personas migrantes. En el caso se vio implicado un funcionario del ayuntamiento de Toledo, que facilitaba el acceso irregular a procedimientos administrativos y asesoraba sobre cómo simular empadronamientos falsos. En Madrid, el diario El País denunció la publicación de anuncios en redes sociales y plataformas como Milanuncios que prometían un empadronamiento falso en la capital por 300-500 euros. En el mismo portal web pueden encontrarse publicaciones de personas extranjeras que solicitan empadronarse tanto en Madrid como en Barcelona.
Lograr un empadronamiento falso pasa por la práctica ilegal de falsificar contratos de alquiler o escrituras de propiedad de una vivienda. Estas irregularidades suponen un delito de falsedad documental, castigado con penas de prisión de dos meses a dos años.