El nombre de Silvia Intxaurrondo vuelve a ocupar titulares por un motivo que nada tiene que ver con las audiencias de La hora de La 1, sino por la demanda que ha presentado contra RTVE. La periodista reclama en su demanda a la corporación pública de “vulneración de derechos fundamentales” tras ver cómo su retribución anual se reducía de más de 253.000 euros a 140.814, una modificación que considera injustificada, tal y como desvela El Mundo.
La polémica estalla en pleno auge del espacio que presenta y que cerró noviembre con un 18,9% de share, superando a los referentes históricos de la franja matinal. Mientras Susanna Griso y Ana Rosa Quintana continúan su eterna competición televisiva, Intxaurrondo se ha convertido en el rostro revelación del año. La propia Griso admitía que la competencia de La 1 “está muy fuerte esta temporada”, aunque recordaba que las mañanas son un territorio imprevisible.
En ese contexto de éxito, la periodista presentó hace unas semanas su demanda ante los Juzgados de lo Social de Madrid. Según el citado medio, el conflicto gira en torno al contrato firmado entre RTVE y Sukun Comunicación, la sociedad creada por Intxaurrondo y su marido en julio de 2023. La inspección de Trabajo determinó que el acuerdo tenía naturaleza laboral pese a presentarse como un contrato mercantil, de modo que la presentadora habría estado en una situación irregular en materia de Seguridad Social.
La demanda presentada por Silvia Intxaurrondo
La demanda repasa la vinculación de Intxaurrondo con RTVE desde 2021, siempre a través de productoras externas, primero Mediatso, luego Tesseo, o finalmente mediante su propia sociedad. Este encadenamiento de contratos se produjo en paralelo a las protestas de los ‘Viernes Negros’, en los que los trabajadores denunciaban la externalización de espacios informativos. Tras aquellas presiones, RTVE recuperó la producción directa de La Hora de La 1 y rescindió el contrato con Tesseo.
A partir de ahí, se firmó el contrato con Sukun, que la presentadora describe como el más ventajoso de su carrera. En él se contemplaban 7.887 euros mensuales más IVA por su labor de codirección, con un tope anual de 86.757 euros; además, percibía 700 euros por cada programa presentado, pudiendo alcanzar hasta 182.000 euros al año. También se fijaron 1.000 euros por cada festivo trabajado, incorporados mediante una enmienda posterior, y RTVE asumía un servicio de transporte diario entre su domicilio y los estudios de Prado del Rey.
Tras la inspección, la Seguridad Social dio de alta a la presentadora como trabajadora por cuenta ajena, y RTVE le trasladó una propuesta de contrato bajo el régimen de artistas, con 7.591,24 euros mensuales por la dirección, 3.364,04 euros semanales por presentación y 300 euros por festivo. Ella lo rechazó al considerar que no se ajustaba al tipo de relación laboral que debía reconocérsele.
Ante la falta de acuerdo, RTVE aplicó las condiciones fijadas en el convenio colectivo: 2.201,84 euros de salario base en 14 pagas, junto a un plus de programas de 10.000 euros anuales repartido en 11 mensualidades, lo que deja su retribución total en 140.814 euros, según detalla la demanda.
Además de reclamar la recuperación de su salario anterior, Intxaurrondo solicita una indemnización por daños económicos y vulneración de derechos, una petición que podría derivar en sanciones para RTVE de entre 30.001 y 120.005 euros. El juicio está previsto para mayo y será entonces cuando se determine si la periodista o la corporación tienen razón.