Iñaki Williams, delantero del Athletic Club y símbolo del equipo bilbaíno en la última década, ha hecho historia al convertirse en el primer capitán negro del club. El nombramiento supone un hito en una institución que representa profundamente la identidad vasca, y que históricamente ha sido muy selectiva en cuanto a su cantera. En su primera rueda de prensa como capitán, Williams aprovechó para lanzar un mensaje contundente sobre integración, racismo y la actualidad política.
“Vamos a seguir rompiendo barreras”
Williams, nacido en Bilbao de padres ghaneses que llegaron a España tras cruzar el desierto y saltar la valla de Melilla, habló con emoción sobre lo que significa su nuevo rol: “Tenemos la suerte de representar a mucha gente que viene desde fuera para ganarse el pan. Ser capitán del Athletic es un orgullo y también una gran responsabilidad”. Para él, la capitanía es más que un reconocimiento deportivo; es una oportunidad para visibilizar una realidad que, según sus palabras, sigue generando rechazo en algunos sectores.
Iñaki Williams, que siempre se ha mostrado firme en la denuncia del racismo, aseguró que tanto él como otras figuras del Athletic como su hermano Nico o Adu Ares, seguirán siendo un ejemplo para los jóvenes que proceden de entornos humildes, especialmente aquellos que, como él, han tenido que superar dificultades sociales, culturales y económicas. “Vamos a seguir rompiendo barreras”, declaró con determinación, subrayando que su papel como referente no termina en el césped. Su nombramiento como primer capitán negro en la historia del club es, para muchos, un paso importante hacia una mayor inclusión en el fútbol español.
Durante la rueda de prensa, Williams también abordó con franqueza su preocupación por el contexto político y social actual. “Parece que está de moda la ultraderecha”, denunció, en referencia al crecimiento de movimientos y discursos que, en su opinión, promueven la exclusión y alimentan prejuicios hacia los colectivos migrantes o racializados. Lejos de mostrarse indiferente, el delantero insistió en que las figuras públicas tienen la responsabilidad de alzar la voz. “Los que tenemos voz vamos a seguir trabajando, callando bocas y rompiendo barreras”, afirmó.
Referencia dentro y fuera del campo
Además, Williams no ocultó su satisfacción personal por el excelente momento que atraviesa, tanto en lo deportivo como en lo familiar, ya que está a punto de convertirse en padre. Subrayó que su trayectoria es el reflejo de lo que muchas familias inmigrantes pueden alcanzar con sacrificio y dedicación: “Ser una referencia, no solo en Euskadi, sino en toda España, tiene un valor inmenso”, destacó con emoción.
Con 31 años recién cumplidos y más de 400 partidos en su haber con el Athletic, Iñaki afronta la capitanía con calma y responsabilidad. Confesó sentirse preparado para portar el brazalete: “Estoy listo para este desafío. He tenido grandes mentores a lo largo del camino… ¡Quién me iba a decir que aquel chico que llegó a Lezama en juveniles acabaría llegando hasta aquí!”, recordó con una sonrisa.
El Athletic Club afronta además una temporada histórica, la primera en la que volverá a disputar la Champions League desde 2015. Tras certificar su retorno a la máxima competición continental, el equipo bilbaíno llega al curso con enorme ilusión y ambición. La reciente renovación de Nico Williams, cuya proyección atrae los focos del fútbol europeo, se suma a incorporaciones prometedoras como la de Jesús Areso, que reforzará el carril derecho. Con el compromiso de la cantera y la experiencia de los veteranos, el Athletic encara este desafío con la combinación de fuerza y humildad que ha caracterizado siempre a su filosofía.