Cuando era una niña pequeña estaba muy unida al mar. Navegaba con sus padres durante su infancia, y ahora es la primera mujer oficial número 1 de la Escuela Naval. Sara García-Cubillana López ha conseguido ser la primera de su promoción de la Armada Española. El pasado 16 de julio recibió el despacho de alférez de navío, entregado por el Rey Felipe VI. Parecía estar destinado a ello.
En una entrevista con El Mundo, García-Cubillana desveló su vocación por el mar y habló de cómo es ser la primera mujer en conseguir liderar una promoción de marinos. Aunque aún le cuesta asimilar el alcance de su logro, supone un honor ser pionera y abrir camino para futuras generaciones.
Compañeros y mandos han hablado sobre la especial implicación de Sara desde el inicio de su formación. Al poco tiempo, recibió un apodo que ya adelantaba lo que acabaría ocurriendo. “Me empezaron a llamar la ‘antigua’, yo no sabía lo que significaba, pensaba que era el más mayor de la promoción, pero yo soy de diciembre, y resulta que se refería al número uno y yo decía: ni de broma, no puedo ser”, cuenta en la entrevista.
Oficial número 1
Sara García-Cubillana ha conseguido alcanzar el primer puesto entre los 130 nuevos oficiales graduados en la Escuela Naval Militar. Su promoción estaba compuesta por 76 guardiamarinas, 20 suboficiales, 20 oficiales, dos maestros civiles y 10 cadetes internacionales procedentes de Arabia Saudí, con un total de 20 mujeres.
En la ceremonia, presidida por el rey Felipe VI, y con la presencia de la Reina Letizia, la Infanta Sofía y la Princesa Leonor, Sara fue distinguida con el sable de honor, entregado por el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. Este reconocimiento destaca su desempeño académico, su disciplina y su capacidad de liderazgo.
El logro de ser número 1 se produce en un momento de cambio y modernización de las Fuerzas Armadas. La presencia femenina va en aumento, permitiendo romper con el estigma y crear un Ejército con mayor variedad de personas. Al ser preguntada por mujeres que puedan querer entrar en la Armada, señala “la cantidad de gente buena que me he encontrado aquí” y la preparación que da el Ejército.
Una vida junto al mar
La experiencia de Sara no se limita al ámbito militar. Antes de incorporarse a la Escuela Naval, tuvo un gran desempeño deportivo, pues creció en el Club Náutico Sevilla y el Club Windsurf Sancti Petri, representando a ambos en campeonatos nacionales e internacionales de windsurf. Llegó a conseguir un tercer puesto en Raceboard.
“Desde pequeñita siempre he estado muy vinculada al mar, siempre he navegado y siempre he estado muy vinculada al mar. Me lo han inculcado mis padres a mí y a mi hermana”, explica la recién nombrada militar. Cuando Sara disfrutaba de su tabla en la bahía de Cádiz, se cruzaba con buques de la Armada que salían de la Base Naval de Rota. Ahora, será ella la que vaya a bordo de esos enormes barcos metálicos que antes parecían inalcanzables.