La trágica pérdida de María Rodríguez Gamaza, conocida públicamente como Michu, ha dejado un profundo vacío entre sus seres queridos. La joven de 33 años, expareja de José Fernando Ortega Mohedano, fue hallada sin vida en su domicilio de Arcos de la Frontera el pasado lunes 7 de julio, desencadenando una ola de dolor y conmoción que ha sacudido a ambas familias: tanto la suya como la del hijo de José Ortega Cano y Rocío Jurado.
Aún se desconocen las circunstancias exactas del fallecimiento, aunque todo apunta a un posible episodio relacionado con una afección cardíaca congénita que Michu arrastraba desde su nacimiento. En 2018 fue sometida a una intervención quirúrgica destinada a mejorar su calidad de vida, una operación que, según ella misma compartió en sus redes sociales, no era definitiva, sino un paliativo temporal para estabilizar su situación.
A la espera de un transplante, la joven comenzó una larga relación con José Fernando y de ella nació Rocío, la niña de siete años que hoy se enfrenta a la dolorosa pérdida de su madre. Desde que se conoció la noticia del fallecimiento, la familia Ortega Cano ha cerrado filas en torno a la menor y a la familia de Michu, mostrándose cercanos y dispuestos a apoyar en este momento de profundo dolor.
En las horas posteriores al fallecimiento, varios miembros de la familia Ortega se desplazaron hasta la localidad gaditana para acompañar a la niña y despedirse de Michu. Entre ellos estaban José Fernando, su hermana Gloria Camila y su pareja Álvaro, así como Rocío Flores y el propio José Ortega Cano. Este último, ha sido muy esperado por los medios de comunicación después de que Kike Calleja anunciara en Vamos a ver que podría convertirse en el titular de su nieta.
“Michu le habría comentado a una amiga y a la familia de Ortega, de hecho lo dejó por escrito, que si en algún momento le pasaba algo, quería que la niña se quedara con los Ortega Cano”, explicó el periodista en el programa de Telecinco. Este deseo expreso de Michu sobre el futuro de su hija, en caso de muerte, fue corroborado por Antonio Rossi, quien agregaba que, aunque legalmente la abuela materna podría tener la custodia directa, la fallecida madre quería que la familia Ortega permaneciera cerca de la niña. “Ella quería que la familia de Ortega estuviera presente en su vida”, concluyó Rossi.
La abuela se pronuncia
Sin embargo, este miércoles, en medio de las conjeturas sobre el futuro de Rocío, ha sido su abuela materna, Inma, quien ha despejado cualquier duda. Con la serenidad y el dolor visibles en su rostro, Inma confirmaba a los medios de comunicación que será ella quien se quede con la custodia de su nieta. En declaraciones a las puertas del tanatorio, visiblemente afectada, compartió cómo están atravesando este duro trance: “Rocío se está haciendo a la idea. Anoche rezó y fue el momento de que ella y yo habláramos y nada, apoyándonos la una con la otra. Que Dios me dé fuerzas”.
La decisión no ha sorprendido a quienes conocían de cerca la vida cotidiana de Michu. Según Inma, la niña siempre ha estado muy unida a ella, y es quien ha ejercido como figura de referencia durante gran parte de su infancia. “Michu quería lo mejor para Rocío. La niña está desde pequeña conmigo, entonces la persona más cercana soy yo”, ha afirmado entre lágrimas, dejando claro que continuará asumiendo ese rol con todo el amor y compromiso posibles.