El mercado inmobiliario de España está sufriendo muchos cambios y dificultades que debe afrontar. La subida de precios general ha catapultado sus niveles económicos, mientras que los alquileres vacacionales comienzan a ocupar gran parte del terreno de las viviendas. Otro de los factores a tener muy en cuenta es la nueva regulación energética.
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A partir de 2030, las viviendas deberán cumplir con una serie de requisitos en materia de energía. Esto hará que muchas casas no puedan permanecer en el mercado de compraventa y alquiler inmobiliario. El experto, Sergio Gutiérrez, ha señalado cómo afectará este problema, y su predicción no es nada positiva.
Una normativa europea
El motivo que impulsará la desaparición del mercado de muchas viviendas será una regulación que proviene de Europa y busca la eficiencia energética. Desde hace años, existe la idea de avanzar hacia un parque inmobiliario más sostenible. El objetivo es que para 2030 todos los edificios de viviendas existentes tengan una calificación energética mínima E, y para 2033 mínima de D.
Según la Directiva dictada desde Bruselas, el parque de edificios europeo es responsable del 40% del consumo energético de la UE y del 36% de las emisiones. Por ello, el certificado de eficiencia energética va a convertirse en un aspecto clave, porque determinará el cumplimiento de los edificios a la norma, garantizando su resistencia en el mercado.
Los factores que determinan la eficiencia energética de un edificio son los gastos empleados en iluminación o electricidad, la emisión de gases perjudiciales a través de sistemas de calderas, calefactores o aires acondicionados, o el desperdicio energético por un uso inadecuado o ineficiente de algunos elementos.
¿Cómo afectará al mercado inmobiliario?
Sergio Gutiérrez asegura que “en 2030 no podrás vender ni alquilar tu vivienda”. Afirma que el impacto más grande se producirá en los alquileres. Los propietarios deberán invertir en mejoras de aislamiento, calefacción y otros aspectos que permitan alcanzar el nivel energético necesario. A partir de 2030, toda vivienda alquilada deberá contar con la etiqueta E.
Este especialista considera que ahora, a cinco años vista, es el momento de comenzar a adaptarse, pues, de lo contrario, “será muy complicado seguir generando ingresos por alquiler a partir de 2030″. Algunos dueños pueden encontrarse con muchos factores que modificar para lograr la adaptación.
Por otro lado, en el caso de la venta, Sergio Gutiérrez considera que no habrá grandes problemas. A pesar de tener que cumplir con ciertas restricciones, resultan más asequibles que en el caso del alquiler. Pone el ejemplo de la Inspección Técnica de Edificios (ITE), que en Cataluña es obligatoria para poder vender, pero, en la práctica, muchos dueños se saltan esta norma.
Es importante pensar en las hipotecas y el papel de los bancos. Las entidades bancarias podrían negarse a conceder estos préstamos si la vivienda no cuenta con cierto nivel energético, buscando posicionarse del lado del cumplimiento de esta normativa europea. El lado positivo que ve el experto es que podría generar “oportunidades muy buenas” para el que puede y decide comprar una vivienda sin una hipoteca.