Este viernes, 31 de enero, llega a Netflix la segunda temporada de La chica de nieve: El juego del alma, uno de los proyectos en castellano más vistos de la plataforma y más esperados de nuestro país. Protagonizado por Milena Smit, la adaptación del libro de Javier Castillo ha permitido a la actriz demostrar su presencia como uno de los rostros de moda en el mundo del cine español.
Nacida en Elche en 1996 pero con corazón murciano, la intérprete del momento en la industria del séptimo arte es hija de padre neerlandés y madre española. Estudiante de la escuela de interpretación Cristina Rota, donde fue formada por Bernard Hiller, instructor de grandes actores como Leonardo DiCaprio o Cameron Diaz, no le temblaron las manos al ejercer durante su juventud como camarera, canguro e, incluso, recepcionista de hotel.
Aunque se le ha relacionado con varios chicos del momento, entre ellos Sebastián Yatra debido a su colaboración en el videoclip de su canción Una noche sin pensar, Milena Smit dejó claro en los Premios Goya 2023 quién es su verdadero compañero de vida: su pareja, Diego Sanjuan. En la noche del cine español, deslumbró en un atrevido esmoquin de Saint Laurent, apareciendo radiante de su mano.
A pesar de que Milena es reservada sobre su vida personal, no oculta del todo su relación con Diego, y ambos comparten en redes momentos de sus escapadas. Aunque no suelen publicar fotos directamente juntos, es evidente que ambos disfrutan de sus viajes y momentos en común. En estas publicaciones, la pareja muestra un cierto aire de complicidad y naturalidad, compartiendo imágenes espontáneas que reflejan su conexión.
Diego, nacido en Madrid y de edad similar a Milena, 28 años, tiene tatuada la palabra “Morabeza” en el pecho, un concepto que representa la amabilidad y el disfrute de la vida al estilo caboverdiano. Aunque mantiene un perfil bajo, sus redes sociales revelan su pasión por los viajes y, por supuesto, por su relación con Milena, con quien empezó a compartir publicaciones en 2022.
La otra cara de Milena: de modelo a estrella de cine
Milena Smit empezó su carrera como modelo a los 15 años y se mudó a Madrid para buscar nuevas oportunidades. Mientras trabajaba en la recepción de un hotel, participó en videoclips musicales que le sirvieron como introducción al mundo audiovisual. Pero su gran oportunidad llegó a sus 23 años con No matarás de David Victori, donde compartió protagonismo con Mario Casas y obtuvo una nominación a los Goya como Actriz Revelación.
“En Murcia empecé como modelo a los 15 años, me vine a Madrid y empecé a hacer videoclips. El primero que hice fue con Los Planetas y fue una experiencia impresionante, ya que era la primera vez que me encontraba delante de una cámara. Fue todo muy cómodo y vi entonces que era lo que me gustaba, estar con las cámaras“, revelaba en una entrevista a Barnafotopress en 2019.
Desde entonces, su carrera no ha parado de crecer. Pedro Almodóvar quedó impresionado con su belleza poco convencional y la eligió para Madres paralelas, en la que compartió pantalla con Penélope Cruz. Más tarde, asumía los papeles protagonistas de otras grandes producciones como Tini & Tina o El hoyo 2.
Sus experiencias personales también forman parte de su carrera
El pasado año, Milena decidió abrirse sobre los aspectos más dolorosos de su pasado, como la violencia machista que sufrió con solo 18 años en su anterior relación. Bajo el título de A pesar del vértigo, la intérprete publicaba a finales del 2024 unas memorias en las que reflejaba una realidad que viven muchas mujeres en España.
“Empecé una relación, me fui a vivir con él al mes sin conocer quién era realmente y me metí en un pozo horrible con 18 años. Así me afectó la precariedad, no podía salir de esa situación. Sufrí y aguanté maltrato físico y psicológico porque no tenía dónde estar ni dónde ir“, confesaba en una entrevista con El Mundo.
Las agresiones llegaron a escalar hasta el punto en el que comenzó a temer por su vida, lo que le animó a denunciar. Después de un proceso judicial nada fácil y en el que se vio acompañada de sus padres y sus hermanas, la protagonista de La chica de nieve ganaba el juicio y conseguía cerrar un capítulo de su vida muy tormentoso y doloroso.
En una entrevista con Vogue España, Milena habló con sinceridad sobre su ansiedad y la importancia de normalizar la salud mental: “Siempre he sufrido ansiedad. Es algo con lo que me estoy acostumbrando a vivir. Cada uno tiene su tara, y la mía probablemente sea esta. Y está bien reconocerlo”. Esta honestidad, junto con su talento y estilo único, la posiciona como una figura imprescindible y referente tanto en el mundo del cine como para las nuevas generaciones.