Este lunes 9 de diciembre, José Luis Gil celebra su 67 cumpleaños. Una cifra a la que llega mientras hace frente a las secuelas que le ha dejado una difícil y complicada enfermedad. La vida del popular actor que da vida a Enrique Pastor en La que se avecina dio un giro de 180 grados hace tres años.
En noviembre de 2021, el de Zaragoza sufrió ictus isquémico agudo en el hemisferio izquierdo que le obligó a permanecer 22 días ingresado en el hospital Nuestra Señora del Rosario en Madrid y a paralizar de golpe su trayectoria profesional. Desde entonces, se encuentra completamente volcado en su larga y prolongada recuperación, aunque todavía habrá que esperar para volver a ver su rostro en los escenarios.
En todo este proceso desde que sufrió el ictus en el hemisferio izquierdo del cerebro, José Luis Gil ha estado rodeado por sus seres queridos, quienes han sido su principal apoyo en estos duros y delicados momentos para él. Precisamente, su hija, Irene Gil, se ha convertido en la portavoz oficial de la familia a la hora de informar sobre el estado de salud del intérprete aragonés desde sus redes sociales, donde acostumbra a postear una imagen junto a él y un pequeño texto.
Fue ella quien dejó saber que las secuelas que el ictus ha dejado en la vida de su padre eran tan graves que no veía posible que este pudiese regresar a la televisión. En enero de 2024, Irene reveló que una de las consecuencias más notorias en el día a día de José Luis Gil es la dificultad para poder expresarse. “Mi padre reconoce a todo el mundo. Si viene alguien a verle, sabe quién es, se entera de todo, pero tiene problemas para comunicarse”, desvelaba en enero de 2024, dejando entrever que este sería uno de los problemas más duros para el actor.
Su estado actual
La última publicación que Irene compartió en Instagram fue la del pasado 1 de diciembre, en la que daba a conocer el papel que la Fundación Vivir Dos Veces, que ayuda a los pacientes con daño cerebral, ha tenido en la recuperación del actor. “Hemos aprendido a prepararnos para morirnos, pero no estamos preparados para enfermedad”, se puede leer en la publicación, en la que padre e hija aparecen sonrientes y sosteniendo un trofeo de la Fundación. Además, también destacó la labor que la organización realiza con “su trabajo y su esfuerzo para ayudar a los pacientes con Daño Cerebral Adquirido (DCA) y sus familias. Su labor y acompañamiento en esta segunda vida es muy importante”.
El camino que ha recorrido el zaragozano, que se dio a conocer en la pequeña pantalla en 2003 al interpretar a Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva, no ha sido nada fácil y, aunque todavía queda mucho para llegar a la meta, su recuperación va por el camino correcto. Pese a que su familia ha actuado con discreción y prudencia, lo cierto es que todos ellos esperan que el actor pueda retomar su vida normal, pues tienen la esperanza de que “la rehabilitación, el tiempo y el acompañamiento ayuden a su pronta y total recuperación”.
Quienes también han tenido presente al zaragozano han sido los hermanos Alberto y Laura Caballero, creadores de la serie que más fama ha dado a José Luis. El pasado mes de noviembre, se mostraron sumamente esperanzados en la recuperación del artista y no cerraron las puertas a un posible regreso a La que se avecina, pese a las actualizaciones sobre su estado: “Seguiremos esperando y esperaremos el tiempo que sea necesario para que se ponga bien. Queremos que se recupere. Está con nosotros y va a acabar sucediendo”.