Los cajeros automáticos son una parte indispensable de las rutinas financieras de la sociedad. Cada día, estos aparatos atienden a cientos de clientes de los bancos para ingresar o retirar dinero de sus cuentas, así como para realizar otros trámites sencillos. Sin embargo, la aparente simplicidad no reduce la importancia de estos trámites. Y es que, si estos cajeros fallan, la persona afectada puede enfrentarse a grandes problemas.
Este es el caso de Francis Bernaerdt, un hombre que contactó con el medio belga RTL para explicar el singular suceso que le había ocurrido al ingresar dinero y el calvario que había pasado después. Todo comenzó un fin de semana del pasado mes de junio, cuando ya en plena tarde, este señor intentó ingresar 800 euros en efectivo en su cuenta bancaria. El cajero se tragó los billetes, pero a continuación emitió un ticket indicando que en la operación se había “producido un error inesperado”.
Debido a esto, el dinero nunca llegó a la cuenta de Bernaerdt. En la nota impresa por el cajero, se le prometía que el problema se investigaría, y que si bien este proceso podía tardar varios días hábiles, el importe sería devuelto lo antes posible. Comenzó entonces la espera, pero dos semanas después, nada había cambiado.
Suele ser error de los clientes
“Es inaceptable que cosas como estas sean empresas que se dedican a transferir dinero a la gente y cometen errores que deben corregirse inmediatamente”, protesta el hombre al medio belga. Envió un correo, realizó llamadas, y todo fue debidamente respondido... solo que el dinero seguía sin llegar. “Han pasado 19 días”, lamenta él. “Por ahora sigo bien, pero si espero más voy a tener grandes problemas. Tengo una factora de un proveedor, todavía tengo unos días antes de pagar, pero me gusta pagar a tiempo. No puedo hacer nada”.
RTL contactó con la empresa responsable del funcionamiento de los cajeros, Batopin, para que explicaran cómo podía estar sucediendo algo así. El portavoz de la compañía, Erik Lenoir, defendió que este tipo de errores suelen producirse por fallos de los clientes de los bancos: “Podría ser un billete doblado y roto en el fajo que bloquea la máquina, todas las máquinas son súper seguras. Podría ser un billete que se detecta como billete falso”. Lleva desde enero de este año en la compañía, y aseguró al medio que nunca se había encontrado con una situación así.
Lo normal para el banco no es la normalidad de sus clientes
Respecto al tiempo que ha pasado el señor Bernaerdt sin ver de vuelta el dinero, Lenoir explica que “veinte días es mucho tiempo para la persona que espera, pero teniendo en cuenta las diferentes partes interesadas... son plazos que parecen razonables en términos de tiempo de tramitación”. Batopin, el banco y el cliente tienen que seguir un protocolo que implica una serie de medidas de seguridad que, insiste Lenoir, hay que respetar. Francis Bernaerdt, en cambio, no lo ve así: “Para ellos es normal, ¡pero nosotros, la gente, necesitamos nuestro dinero! No soy rico, tengo facturas que pagar”.
Por su parte, CBC, el banco del afectado, no dudó en lamentar lo ocurrido cuando recibió la noticia: “Nos hemos puesto en contacto con Batopin para anlizar el problema y tomar las medidas necesarias”. La entidad asegura al RTL que este tipo de cuestiones no tardan tanto en resolverse habitualmente. “Lamentamos sinceramente que la resolución de este problema haya tardado tanto”. Comunicaron, además, que ya habían tomado las medidas necesarias y acreditado el importe en cuestión a su cliente.