El rey Juan Carlos está aumentando de forma paulatina sus regresos a España y es que en los últimos cuatro meses ha viajado un total de cuatro ocasiones. Como es habitual, todos sus destinos han sido a Sanxenxo, Pontevedra, donde también aterrizó este pasado martes para disfrutar durante unos días del mar y de sus amigos.
Su gran amigo Pedro Campos ha vuelto a ser su anfitrión en esta ocasión y, además de acudir juntos a las regatas de vela, han estado compartiendo una comida con otros amigos. El restaurante elegido ha sido d’Berto, un local ubicado en O Grove, a unos 15 kilómetros de la vivienda del regatista y conocido en la zona por tener dos soles de la Guía Michelin.
Te puede interesar: Felipe VI y Juan Carlos protagonizan un inesperado reencuentro en el aeropuerto de Vitoria
Este parece ser uno de los locales favoritos del emérito, pues ha acudido en otras ocasiones. Esta vez, por ejemplo, pasaron más de tres horas y media en el interior del negocio, comiendo y seguramente disfrutando también de una agradable sobremesa.
Cuando llegó el momento de irse, Juan Carlos I se mostró muy agradable con la prensa y los allí presentes. Vestido con un pantalón gris, camisa en azul claro y americana marina, el exjefe del Estado saludó a todo el mundo con la mano. También se despidió muy cariñosamente del propietario, Berto Domínguez, con el que compartió un abrazo.
Te puede interesar: 62 años de la boda Juan Carlos y Sofía: un triple ‘sí, quiero’, 150 invitados y un intento de censura
A sus 86 años el rey tiene varios problemas de movilidad que le impiden desplazarse con normalidad, por lo que utiliza un bastón para desplazarse mejor. También el apoyo del personal de su equipo, como se ha visto en esta última salida, en la que se agarra fuertemente a un hombre que le acompaña hasta el vehículo.
A pocos kilómetros
La visita de Juan Carlos I a Galicia ha coincidido casi en el tiempo con el viaje que hizo la reina Sofía a Lugo el pasado lunes. Según se informó, acudió para conocer el funcionamiento del Banco de Alimentos de la ciudad y es que la emérita está muy involucrada en diferentes temas solidarios, especialmente los que afectan a los más vulnerables de la sociedad.
Por otro lado, se espera que su marido permanezca en Sanxenxo hasta el próximo domingo 19 de mayo, aunque sus planes exactos en las Rías Baixas siguen siendo una incógnita. Aunque sus salidas públicas son cada vez menos frecuentes, el emérito continúa siendo fiel a sus tradicionales visitas al Club Náutico de Sanxenxo y a las cenas en compañía de algún miembro de su familia.
Antes de llegar a la comunidad gallega, Juan Carlos hizo que su vuelo privado se detuviera en Vitoria, donde saludó a su hijo, cuyo vuelo aterrizó en el mismo aeropuerto dado que no pudo hacerlo en San Sebastián. Juan Carlos aprovechó esta parada en el País Vasco para hacerse un chequeo médico en la clínica del doctor Eduardo Anitua.