El aniversario más amargo de Podemos: la formación morada cumple 10 años ante al abismo de la irrelevancia

Podemos está de celebración. Este miércoles se cumplen 10 años desde que un joven Pablo Iglesias (aún con coleta) y dispuesto a “asaltar el cielo”, como él mismo aseguró, presentó a la formación en el Teatro del Barrio de Lavapiés, el 17 de enero de 2014. Un aniversario que llega marcado por sus continuos choques con Sumar, el último de ellos por votar en contra de la reforma del subsidio de desempleo propuesto por Yolanda Díaz, así como por la pérdida de relevancia en el ámbito político desde las pasadas elecciones autonómicas, que les ha llevado a una desestructuración. Algo que probablemente se evidenciará en las urnas gallegas, ya que las perspectivas de realizar una buena actuación son escasas.

En aquel momento, la formación nacía con la intención de desembarcar en Europa, y así lo hicieron. Con cinco escaños en el Parlamento Europeo, Podemos daba la gran sorpresa y se situaba como un grupo emergente prometedor. Tras ello, fueron las nacionales donde a punto estuvo de arrebatar al PSOE la hegemonía de la izquierda. La formación de Pablo Iglesias consiguió en ese momento afianzarse como tercera fuerza política e irrumpir en el Congreso con 71 escaños.

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No obstante, ese momento de gloria no duró demasiado y a partir ahí comenzaron a perder apoyos: en las elecciones de 2019 se colocaron como cuarta fuerza política, primero superados por Ciudadanos; y tras la repetición electoral, por Vox. Entonces, tan solo consiguieron 35 diputados. A pesar de ello, llegaron a un acuerdo con el PSOE de Pedro Sánchez para formar, por primera vez desde la democracia, el primer Gobierno de Coalición. Sin embargo, su paso por La Moncloa ha supuesto un punto y aparte para los morados. La sangría de votos tuvo su culmen en las elecciones autonómicas del 28 de mayo, donde Podemos se quedó sin representación en prácticamente todos los puntos de España y en las nacionales, donde tuvieron que unirse a Sumar para tratar de unificar votos. Ahora, los morados tan solo cuentan con cinco parlamentarios.

A la tan evidente pérdida de votos se suma también la espantada que han dado sus integrantes, como los referentes en la Comunidad de Madrid y la capital, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, dos de las grandes apuestas de los morados, abandonando el barco; o la baja que causó Jessica Albiach tras conocerse la ruptura de los de Ione Belarra con Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. Unos movimientos que evidenciaron que la formación se estaba resquebrajando desde dentro y más cuando saltó la noticia de que los cinco parlamentarios de Podemos se iban al Grupo Mixto y los propios integrantes de la formación se enteraron de la decisión por Diario Red, el medio de comunicación que dirige Pablo Iglesias.

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Irene Montero, exministra de Igualdad, ha sido uno de los activos más polémicos de la formación mientras fueron Gobierno. Si la ley trans ya dio mucho que hablar, no solo por parte de la oposición sino también por sus socios socialistas, la ley del solo sí es sí cayó como una hecatombe en medio de la legislatura. La reducción de penas y las excarcelaciones de agresores sexuales pusieron a la normativa y a Montero en el punto de mira y, por extensión, también a todo Podemos, que cerró filas con su ministra. Un desgaste que le pasó factura durante las negociaciones de la formación morada con Sumar para concurrir juntos a las urnas del pasado 23 de julio.

El principal motivo por el que Podemos se resistía a presentarse junto a Sumar a los comicios era que Yolanda Díaz no quería a Montero en su lista. Finalmente, tras muchas reuniones, llamadas, exigencias, requisitos y golpes sobre la mesa, llegaron a un acuerdo in extremis y la entonces ministra de Igualdad fue la gran sacrificada. Y, el pasado 21 de noviembre, decía el adiós definitivo a su puesto en el Gobierno, aunque su andadura en la política no acaba ahí

Las elecciones de Galicia serán la próxima prueba de fuego de Podemos, a las que concurrirán sin Sumar, después de que los inscritos en el partido votaran en contra del preacuerdo alcanzado con la formación de Yolanda Díaz. Respecto a las elecciones vascas, todavía no se conoce si concurrirán junto a Sumar o no, dado que aún no han llevado a cabo la votación con sus inscritos.

Pero lo cierto, es que Podemos tiene la vista puesta en las elecciones europeas, esas que evidenciaron su ascenso en el ámbito político y con las que quieren intentar resurgir. Irene Montero quiere ser la que encabece este retorno a la primera línea política, si lo refrenda la militancia. Y es que, las elecciones europeas podrían ser la última bala de la formación morada y tratarán de ir con todo a las urnas.