El pueblo fantasma con 587 castillos abandonados inspirados en Disney

El misterio, la inquietud o la curiosidad son algunos de los sentimientos que se pueden experimentar cuando se visita algún destino un tanto fuera de lo común. Los lugares abandonados responden a estas características, pues en ellos se respira un aura que se puede tildar de perturbadora, pero a la vez incluso placentera ¿Qué habrá ocurrido en esos lugares para que ahora estén completamente abandonados? Son muchos los pueblos fantasma que se localizan en los espacios más insospechados del planeta, que a su vez se han convertido en reclamos turísticos de gran valor.

Uno de los más escalofriantes es Burj Al Babas, en Turquía, pues guarda una estrecha relación con Disney, algo que pone los pelos de punta. Se sitúa en la provincia de Bolu, entre Estambul y Ankara, en la parte noroccidental del país y a las afueras de Mudurnu. Este pueblo llama la atención por albergar una colección de 587 castillos en miniatura, a medio hacer, y que presentan una arquitectura de lo más peculiar. Su estampa recuerda a las famosas fortalezas de Disney, lo que le otorga un aire todavía más curioso.

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En su origen, el proyecto se esbozó como un barrio residencial de lujo, pero nada más lejos de la realidad. De los 700 castillos planteados, solo se levantaron 587, para los cuales cada propietario debía pagar entre 380.000 y 500.000 euros, pudiendo disfrutar así de su propia residencia real, con unas vistas increíbles al bosque y unas comodidades únicas, como jacuzzis en cada edificio. De esta forma, en 2004 se pusieron manos a la obra con el objetivo de acabar en cuatro años.

Sin embargo, esto nunca ocurrió, pues la empresa encargada de la construcción entró en bancarrota. La causa fue, principalmente, la situación económica que estaba atravesando Turquía en esos momentos. A esto se le sumó la dudable sostenibilidad del proyecto por la tala de árboles para la construcción de los palacios. Otro punto de inflexión fueron las críticas de los vecinos por la esperpéntica estética de los edificios que chocaban gravemente con la arquitectura tradicional otomana, terminando así por condenar el proyecto.

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Tras conocerse todas estas desventajas, se llevó a cabo un rápido plan de actuación para detener por completo las obras. Esto hizo que el barrio quedara totalmente abandonado y a medio hacer, dándole el aspecto que mantiene hoy en día.

Y es que, a pesar de todo, el lugar se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la zona, pues son muchos los viajeros que se acercan para contemplar sus estrambóticos edificios. Esto no es de extrañar, pues aparte de tener toda la magia de los castillos de Disney, la estampa recuerda a su vez a alguna escena postapocalíptica más propia de The Walking Dead.