Roglic conquista el Angliru y Vingegaard acecha el liderato de La Vuelta

En otro festival de su equipo, el Jumbo, coronó la cima más mítica de la ronda española mientras sus compañeros Vingegaard y Kuss luchan por el triunfo final: el ganador del Tour ya está a 8 segundos del estadounidense

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Roglic al ganar en el Angliru (EFE/ Manu Bruque)
Roglic al ganar en el Angliru (EFE/ Manu Bruque)

En otro capítulo del festival del Jumbo Visma en la Vuelta, esta vez fue el esloveno Primoz Roglic el encargado de hacer historia apuntando su nombre en el libro de oro del Angliru como vencedor de etapa, en una jornada en la que retuvo la roja Sepp Kuss por 8 segundos respecto a Jonas Vingegaard.

Otro festival del Jumbo, otro vencedor y por poco Vingegaard no desalojó a Kuss de la roja. Le tocó el turno de lucirse a Roglic (Trbovlje, 33 años), triple ganador de la Vuelta y de 13 etapas, y no desaprovechó la oportunidad, con permiso de Vingegaard, juntos en meta con el mismo tiempo de 3h.15.56.

Nuevo festival del Jumbo

Faltó para el festival completo que Sepp Kuss hubiera entrado con ellos, pero el americano flojeó al final y cruzó con Mikel Landa a 19 segundos. El líder quedó descolgado mientras Roglic y Vingegaard volaban a meta. Controversia en el seno del Jumbo por el papel que debe asumir cada uno.

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El ataque de Roglic a 3 km de meta rompió a las bazas españolas por el podio. Juan Ayuso y Enric Mas perdieron 1.42 y 1.43 respectivamente, incapaces de entrar en la refriega cuando reventó la etapa y lo pagaron alejándose en la general.

Kuss, por los pelos, se mantuvo al frente, cada vez escuchando más cerca el aliento de Vingegaard, a 8 segundos y dispuesto a tomar el mando este jueves en La Cruz de Linares. Roglic se afianza tercero a 1.08 minutos, cuarto Ayuso a 4 minutos, quinto Landa a 4.16 y Enric Mas sexto a 4.30. Un día que coloca al trío del Jumbo cerca de hacer historia con pleno en el podio y con sus hombres coronando por primera vez las tres grandes de la temporada.

Evenepoel nunca se rinde

Como la del Tourmalet, esta etapa tenía su apellido propio: la del Angliru, y poco más que comentar. El “Olimpo” del ciclismo español esperaba para un examen decisivo para la general, para conocer el nombre del líder de verdad. Desde la playa de Ribadesella a la cima del coloso asturiano, tres puertos concentrados en la segunda mitad del recorrido.

Enseguida se vio que iba a haber batalla. Salida supersónica, ataques múltiples y selección de la fuga, pues el Jumbo no permite escapadas que le amarguen su fiesta particular. Entre los revolucionarios, cómo no, Remco Evenepoel, ahora tocado con el maillot de líder de la montaña.

Evenepoel en la decimoséptima etapa de la Vuelta (EFE/ Manu Bruque)
Evenepoel en la decimoséptima etapa de la Vuelta (EFE/ Manu Bruque)

El belga, insaciable desde la “pájara” del Aubisque y Tourmalet, se apunta a un bombardeo. Terminó por provocar la primera fuga en el ascenso al primer puerto, el Alto de la Colladiella (1ª, 7,8 km al 7,1), donde abrió camino junto a su compañero Cattaneo. Remco coronó al frente, con Marc Soler a 50 segundos y el sector ilustre dirigido por el Jumbo a 2.30 minutos.

El Jumbo invade el Angliru, Kuss se salva por los pelos

Evenepoel dio otra vuelta de tuerca en el Cordal (1a, 5,4 km al 9,2 por ciento). Decidió prescindir de la compañía. Trepó en solitario, hizo cumbre con 2.20 minutos sobre el pelotón y en la persecución Soler sacó bandera blanca. Remco quería poner su nombre en el libro de oro del Angliru. En el grupo de Bahrain de Landa dirigía las operaciones.

Si mítica es la subida al Angliru, el descenso del Cordal también tiene su leyenda. Este puerto siempre ha estado presente cada vez que la etapa ha terminado en el coloso astur, y las caídas de ilustres han marcado su historia, como las de Igor Antón en 2008 y Abraham Olano.

No se cayó Evenepoel, ni ningún otro corredor. El belga entró al infierno del Angliru (Especial, 12,4 km al 9,8% con rampas del 24) con 1.20 de ventaja. En la bajada del Cordal perdió 1 minuto, demasiado tiempo para poder aguantar la subida y el empuje del Bahrain y Jumbo, que iniciaron la escapada afilando los cuchillos.

Roglic pasa a la historia, Vingegaard da un gran paso

Remco conocía la subida al Angliru. Invirtió unos días en visitar el puerto situado en el corazón de la sierra del Aramo, con un desnivel de 1.265 metros agotadores, poco apto para los ataques despiadados, más propio para ascender a ritmo. El líder de la montaña fue gestionando con el esfuerzo a pecho descubierto, pero por detrás estaba empezando la fiesta a 6,5 km de meta. Un km después, Remco fue arrasado por el grupo de la alta jerarquía.

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Entre la niebla y el griterío, el Bahrain agarró la batuta buscando la etapa de un Mikel Landa que cotiza al alza. Jumbo agradeció que otro equipo cargara con ese esfuerzo, pero su estrategia no se haría esperar. Roglic apareció en cabeza en primera persona a 3 km de la cima y abrió hueco. Poco después, se unieron Vingegaard y Kuss. Cedieron Landa, Ayuso y Enric Mas. Entre los tres tenores empezó la exhibición, también el baile de intereses y egos. Pacto de no agresión entre ellos, pero Kuss perdió comba quedándose en compañía de Landa.

El alavés hizo de remolque del americano, le salvó el liderato a Kuss, sin la ayuda de sus ilustres compañeros, empeñados en llevarse la etapa y las bonificaciones. Finalmente, se impuso la ley del más fuerte. Roglic aprovechó su día con Vingegaard mirando de reojo.

El danés es ahora el gran favorito, y el esloveno no descarta demostrar que tiene piernas para alcanzar su cuarta Vuelta. De momento, el campeón olímpico en contrarreloj firmó su decimosegunda victoria de etapa y la número 79 de su palmarés. Une su nombre en el Angliru junto a los de, entre otros, Alberto Contador y Chava Jiménez. Sucede en la lista al británico Huhg Cathy, ganador en 2020. La roja en Madrid la tendrá que discutir Roglic con sus propios compañeros. Los amigos y los enemigos los tiene en casa. Este jueves otra etapa selectiva de montaña. ¿Habrá revolución interna?

Sepp Kuss antes del inicio de la decimoséptima etapa de la Vuelta a España (EFE/ Manu Bruque)
Sepp Kuss antes del inicio de la decimoséptima etapa de la Vuelta a España (EFE/ Manu Bruque)

Este jueves se disputa la decimoctava etapa entre Pola de Allande y La Cruz de Linares, de 178,9 km, otra prueba de fuego en la montaña asturiana con 5 puertos en el recorrido. Para empezar el Alto de las Estacas (2a, 6,1 al 7,5), para seguir con el Puerto de San Lorenzo (1a, 9,9 al 8,6), el Alto de Tenebredo (3a, 3,4 al 9,5) y el doble ascenso al Puerto de la Cruz de Linares (1a, 8,3 al 8,6), cima inédita.

Una información de EFE