El accidentado rodaje de ‘Misión Imposible: Sentencia Mortal’: a Tom Cruise le robaron el coche y la producción duró 3 años

Desde la paralización por la pandemia a la crisis del puente polaco, repasamos todos los obstáculos que tuvo que sortear la película

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(Paramount Pictures)
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Tom Cruise es sinónimo de acción, pero tanto dentro como fuera de la pantalla. El actor ha protagonizado a lo largo de los últimos años los mismos o incluso más episodios detrás de las cámaras que frente a ellas, pues es reconocido su compromiso y vocación por realizar las escenas de acción sin dobles ni especialistas. Con la última entrega de la saga Misión Imposible no ha sido diferente, y ello ha dado lugar a un rodaje más que accidentado donde ha pasado de todo.

El rodaje de Misión Imposible: Sentencia Mortal, que contará con dos partes (una a estrenar este verano y otra el año que viene) comenzó accidentado desde el principio: no había empezado a echar a andar cuando se produjo la pandemia. Con el título provisional de Libra, Tom Cruise y el resto del reparto aterrizaban en Venecia el 20 de febrero de 2020 para rodar durante unas tres semanas antes de desplazarse a Roma, pero pronto todo se vio interrumpido por la llegada de la pandemia provocada por el coronavirus. El 20 de julio, y tras conseguir un permiso especial del Reino Unido que evitaba la cuarentena obligatoria de dos semanas, el rodaje se reanudaba. Pero la pandemia había sido solo el principio.

Tan solo un mes después, durante el rodaje en Oxfordshire, un gigantesco incendio tenía lugar en una de las plataformas habilitadas para acrobacias con motocicletas. Se trataba de una secuencia con una preparación de casi seis semanas y que había costado una gran cantidad de dinero, si bien afortunadamente nadie salió herido. Poco a poco la producción iba tomando forma, pero de nuevo un caso de covid obligaba a paralizar el rodaje después de que 12 personas dieran positivo.

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Mientras el director de la película, Christopher McQuarrie, iba compartiendo imágenes y vídeos del rodaje en redes sociales, la imagen más comentada era la de Tom Cruise, en concreto la de una secuencia en la que se veía abroncar a dos miembros de la producción después de saltarse el protocolo covid. El rodaje continuó a pesar de todo y para febrero de 2021 llegó a su recta final en diversas localizaciones de Oriente Medio, a la espera de rodar unas escenas finales en Reino Unido que no había podido llevarse a cabo antes por el ya conocido caso del puente polaco.

La polémica con el puente polaco

Tom Cruise en una de las presentaciones de 'Misión Imposible' (Reuters).
Tom Cruise en una de las presentaciones de 'Misión Imposible' (Reuters).

Durante la preproducción de la película a finales de 2019, una de las grandes secuencias de la película contemplaba la explosión de un puente por el que tenía que transitar un tren en una escena ambientada en Los Alpes suizos. Como el gobierno suizo se negaba a autorizar la explosión de ningún puente, la productora de Misión Imposible tuvo que explorar otras posibilidades. Ello llevó a la elección del puente del lago Pilchowickie, en el Valle de Jelenia Góra, en Polonia.

Se trataba de un puente construido en 1908 y en desuso por mal estado de las vías desde 2016. Varios informes aseguraban que prácticamente resultaba mejor volar el puente que reconstruirlo, por lo que la situación parecía la indicada. Sin embargo, al conocerse la noticia varias autoridades locales y distintos comités como el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial alzaron la voz y se posicionaron en contra de la destrucción del puente. Al final, todo desembocó en que el puente fuese registrado en la lista de monumentos históricos de Polonia, impidiendo así cualquier manipulación del mismo. Finalmente, el rodaje de la famosa secuencia tendría lugar varios meses más tarde en Derbyshire, Inglaterra, teniendo que sustituir la explosión del puente por un descarrilamiento.

El último gran escollo que encontró la producción de Misión Imposible: Sentencia Mortal fue a afectar directamente a su mayor estrella, Tom Cruise. El actor se encontraba rodando las últimas escenas en un centro comercial de Birmingham cuando le robaron uno de sus coches, en concreto el BMW X7 que se usaba en el rodaje, aparentemente después de que unos ladrones clonaran la llave digital del mismo en una maniobra digna del propio personaje que encarna Cruise en la saga.

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