Dybala, el pincel de Mourinho

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Tomás Frutos

Roma, 29 may. El Roma de José Mourinho es la máxima definición de equipo. Todos juegan por el bien común, se sacrifican por el objetivo y renuncian a cualidades individuales para que el plan siga su curso; incluido un Paulo Dybala que, eso sí, es especial en el esquema del luso. Es su pincel particular, ese con el que ha dibujado delicadamente cada partido para acercarlo a lo más alto.

Es evidente que el Roma es uno con Dybala y otro, radicalmente diferente, sin el argentino. La 'Joya', en su primera temporada en el conjunto de la capital italiana, se ha ganado el respeto y admiración a partes iguales de toda su afición. También de su técnico, que apostó por su fútbol cuando la 'Juve' le dio de lado el verano pasado y el Inter no se decidió a ir a por él.

En ese momento, Dybala no era un jugador regular. Pero Mourinho vio más allá del momento particular e hizo del argentino, campeón del mundo, su reto personal. No le costó mucho. Le dio confianza y las riendas del equipo desde el principio de la temporada y Dybala respondió con creces.

Se echó el equipo a la espalda en ataque y se convirtió en un jugador también sacrificado en defensa, algo que no se negocia con el setubalense. Se exprimió para sacar su mejor versión, esa con la que hasta el momento ha sumado 16 goles y 7 asistencias en lo que va de temporada.

Entre halagos mutuos ante los micrófonos y muestras de cariño durante los partidos, se ha creado un vínculo especial entre uno y otro, conscientes de que el éxito de su equipo pasa por ellos. El agradecimiento es mutuo. Dybala le debe el renacer futbolístico y Mou que le haya dado ese salto de calidad a una plantilla limitada para alcanzar la segunda semifinal europea consecutiva, con la posibilidad de ir a Liga de Campeones.

Porque al final todo va de eso. Ambos no solo quieren ganar un título, sino colocar al Roma en la 'Champions'. Por eso el argentino sigue entre algodones, mermado por molestias en el muslo izquierdo. El último partido que jugó fue la ida de las semifinales de Liga Europa ante el Bayer Leverkusen el pasado 11 de mayo, quince minutos para poder terminar el trabajo de sus compañeros y encaminar el pase a la final.

Las posibilidades de victoria de los 'giallorossi' este miércoles ante el rey de la competición pasan por Dybala. Todavía no se sabe si estará para jugar de inicio, pero lo que es seguro es que llegado el momento Mourinho le dará entrada. Porque media hora de este Dybala al 50% puede ser suficiente para decantar una balanza.

Ya se vio en los cuartos de final ante el Feyenoord, cuando entró en el minuto 72 y llevó el partido a la prórroga con un tanto en el 89 que comenzó la remontada. Cuando estaba bien físicamente, sin las lesiones musculares que le han complicado en este final de temporada, dio el pase a octavos ante el Salzburgo con un gol y encarriló la eliminatoria de cuartos ante la Real Sociedad con una asistencia.

Y es que Dybala no es solo lo que significa con su calidad en el campo. Es la inquietud que provoca en los rivales y la confianza que transmite a sus compañeros de equipo. Su importancia en las jugadas a balón parado y su personalidad para pedir el balón en los momentos complicados. Es el jugador diferencial de un equipo que le necesita para la victoria. Se ha visto en Serie A, en la que sin la 'Joya' se ha hundido en las últimas jornadas.

En el dibujo del partido de Mourinho ante el Sevilla hay una parte pintada con pincel. Habrá que esperar a ver el grosor de esa trazada, pero lo que es seguro es que las opciones del Roma de levantar el título en Budapest y jugar la Liga de Campeones pasan por ella. EFE

tfc/jap