Reconocido mundialmente por sus personajes cómicos en la pantalla, Will Arnett enfrenta un punto de inflexión en su carrera con “Is This Thing On?”, una película que marca su primer papel protagonista en un drama.
Durante una reciente entrevista con The Washington Post tras la presentación del filme en el New York Film Festival, señaló: “Por primera vez en mi vida, no estaba actuando para un resultado en una escena”. Con este nuevo reto, el actor explora la vulnerabilidad y el dolor de un hombre en duelo matrimonial, acercándose a la autenticidad y alejándose del humor irónico.
Salto de la comedia irónica al drama
La incursión de Arnett en un papel principal dramático representa una ruptura con su historial humorístico. Durante tres décadas, se consolidó a través de personajes que equilibran comedia y profundidad emocional, como en “Arrested Development”, “BoJack Horseman” y “30 Rock”, que le valieron nominaciones al Emmy.
“Is This Thing On?” expone la angustia interna de su protagonista, Alex Novak, un hombre que procesa su divorcio al tomar el micrófono en un club de comedia. El rodaje, dirigido por Bradley Cooper, se desarrolló durante 33 días en los que Arnett exploró nuevas facetas artísticas.
El intérprete canadiense contó que Cooper le pidió confiar plenamente en el proceso. “Me pidió que confiara en él y que realmente intentara llegar allí... eso era abrumador como un hombre de 55 años. Por eso me mudé a Nueva York cuando tenía 20 años”, compartió.
En esta interpretación, la sensibilidad y el desconcierto del personaje muestran al artista enfrentando la actuación sin el resguardo del sarcasmo. Debido a esto, explicó: “Solo intentaba ser sensible a lo que el material y la situación requerían en esos momentos, y confiar en que lo que surgiera sería lo más auténtico”.
Inspiración real y creación del guion
El origen del relato se encuentra en una historia real que lo marcó. Hace algunos años atrás, durante un almuerzo en Ámsterdam, conoció a John Bishop, humorista británico cuya carrera en la comedia comenzó cuando procesaba su divorcio en el escenario de un club en Manchester.
Aquella noche, Bishop subió a contar sus vivencias y acabó reconciliándose con su esposa, que escuchó su rutina. Inspirado por este suceso, Arnett contactó a Mark Chappell, su socio en la serie “Flaked”, quien también conocía la anécdota y había intentado adaptarla años antes. “Mark y yo estábamos muy sintonizados... dijimos: ‘Genial. Hagámoslo’”, relató.
En la película, la historia se adapta a una pareja estadounidense: Alex y Tess Novak (interpretada por Laura Dern) viven en un suburbio de Nueva York y atraviesan una crisis vital. El guion mantiene los momentos cruciales del relato original. Con respecto a ello, remarcó: “Ha habido personas que creen que es inverosímil que ella fuera a ver su rutina, pero esa parte es totalmente cierta”.
Colaboración crativa con Bradley Cooper
El impulso decisivo para el filme llegó cuando el intérprete pidió a Cooper—director y frecuente nominado al Óscar— analizar el guion durante una pausa en la producción de “Maestro”. Cooper no solo accedió, sino que decidió liderar el proyecto y reformuló elementos clave del libreto para resaltar la comunicación rota entre los protagonistas.
Según Arnett, esto “completamente elevó” la complejidad de la historia, alejándola de una simple comedia romántica. “Mark y yo siempre bromeamos que, si quedaba solo en nuestras manos, probablemente habría terminado como una buena comedia romántica”, recordó.
La relación profesional y personal entre ambos se consolidó tras años de colaboración y confianza, forjada en SmartLess, el pódcast donde Arnett apoyó al cineasta en momentos difíciles. Cooper dirigió a Arnett mostrando el distanciamiento emocional de Alex, usando la cámara para acentuar la distancia visual al principio y acercándose cuando el personaje sube al escenario.
Stand-up como desafío personal y reflexiones
El personaje de Alex vive su crisis personal en el legendario Comedy Cellar. Para dotar de autenticidad a su interpretación, el actor experimentó el stand-up por primera vez antes de la filmación. Se subió realmente al escenario ante públicos desconocidos para ensayar distintas rutinas y confrontar sus propios temores.
“El stand-up es increíble. Es aterrador. No hay dónde esconderse”, confesó el artista en su exclusiva para The Washington Post. Con este proceso, comprobó el “miedo escénico” y la dificultad de conectar, probando líneas, ajustando su material y enfrentando fracasos. “Y fracasé bastante, de verdad, de forma dura”, comentó.
Durante la escritura del guion, Arnett y Mark Chappell incorporaron experiencias propias para dotar de realismo a la historia, sumando elementos de sus vidas y relaciones. Pese a que el comediante evita profundizar sobre el impacto directo de su divorcio con Amy Poehler en el filme, reconoció: “Creo que es imposible, cuando trabajas en algo, ya sea escribiendo o actuando, no aportar tu propia experiencia”.
Al cierre de su reportaje, Will Arnett le aclaró a The Washington Post que los momentos que cambian el rumbo de la vida rara vez llegan con dramatismo. Sostuvo que suelen darse en la cotidianidad, dejando claro que “la simpleza de lo real” es donde radica el auténtico poder emocional de una historia.