Megan Fox se presentó en el pódcast Call Her Daddy, donde le reveló a la anfitriona Alex Cooper los detalles de todos los procedimientos estéticos a los que se ha sometido.
Fox comenzó revelando que se sometió a una única cirugía de nariz a principios de sus veinte años, desmintiendo los rumores que aseguraban que la actriz de Transformers había intervenido su nariz en varias ocasiones.
“Me han acusado de tener seis, siete, ocho operaciones de rinoplastia, lo cual es imposible. Tu nariz se necrosaría y se caería. No me he hecho una rinoplastia desde que tenía, quizá, 23 años. Ha pasado más de una década. No me he tocado la nariz desde entonces”, aclaró Megan.
La actriz también aprovechó para esclarecer todas aquellas cirugías que nunca se hizo, pero que los medios de comunicación y usuarios de redes han llegado a especular. La mayoría de estas cirugías tienen que ver con su rostro, el cual, aclaró, no ha tenido que intervenir debido a que es naturalmente delgado.
“Nunca me he hecho ningún tipo de lifting. Así que ni lifting medio facial, ni lifting lateral de cejas, aunque me gustaría uno, ni lifting normal de cejas. Nunca me he hecho hilos tensores. Nunca me he hecho extracción de grasa bucal. Nunca me han quitado grasa. Soy una persona muy delgada que no tiene suficiente grasa corporal ni grasa en la cara”. Reiteró la actriz quien descartó el haberse hecho un aumento de glúteos o liposucción.
Siguiendo con las cirugías a las que sí se sometió, Megan habló de su aumento de busto. La cirugía se la realizó entre los rodajes de las dos primeras entregas de Transformers. Tiempo después, se sometió a dos cirugías de retoque tras amamantar a sus tres hijos, Noah de 11 años, Bodhi de 10 y Journey de 7, frutos de su relación con su exesposo Brian Austin Green.
Sin embargo, Fox admitió que hay un procedimiento quirúrgico sobre el que prefiere no hablar públicamente, y que aseguró, además, que no es nada conocido.
“Hay algo que me hice que estoy reservando porque fue realmente bueno y no es una cirugía plástica conocida. La gente ni siquiera sabe que existe”, expresó la actriz, manteniendo el misterio sobre esta intervención.
Como se mencionó anteriormente, Fox es una mujer naturalmente delgada, por lo que en sus planes está en agregar volumen en ciertas áreas, incluido su rostro.
Durante el pódcast, Megan también reflexionó sobre el escrutinio público al que sus hijos tendrán que enfrentarse tarde o temprano. Fox ha hecho todo lo que ha estado en sus manos para evitar que sus niños sean acosados, alejándolos de iPads, teléfonos inteligentes, etc, pero sabe que eso no puede durar para toda la vida.
A pesar de sus temores, la actriz de 37 años tampoco tiene intensiones de asustar a los chicos contándoles sus experiencias negativas, que, se sabe, han sido demasiadas.
”Aún es demasiado pronto y no quiero cargarles con el peso de mi experiencia. Quiero que tengan su propio camino y no quiero precargarla diciendo: ‘Esto es todo lo que ha sufrido mamá’”, dijo Fox sobre la crianza de Noah, Bodhi y Journey.